En pocas horas, la provincia de Buenos Aires fue escenario de una tragedia sin precedentes. En el transcurso de la mañana ya se contabilizaba casi una decena de muertos en los municipios de Hurlingham, Tres de Febrero y San Martín, que, con el pasar de las horas, alcanzó a los territorios de Morón, Tigre, Ituzaingó y General Rodríguez. En la noche del miércoles, el Ministerio de Salud bonaerense informó que la cifra de muertos por consumo de cocaína presuntamente adulterada era de al menos 20 y otras 74 personas permanecían internadas en grave estado. Sin embargo, las autoridades informaron que se registran casos de personas fallecidas en sus domicilios o en la vía pública, por lo que el número podría ser mayor.
Mientras la crítica situación continuaba creciendo, el mandatario bonaerense, Axel Kicillof (que arribó este miércoles a Rusia acompañando al presidente Alberto Fernández en la gira que incluye a China como destino final), siguió los avances de la situación epidemiológica y de los distintos allanamientos que se realizaron para dar con los responsables, en comunicación directa con sus ministros.
«A raíz de los hechos de público conocimiento sobre fallecimientos y hospitalizaciones producto del consumo de cocaína envenenada en el AMBA, nos reunimos con el comité de emergencia provincial para abordar la situación de forma inmediata», dijo, entrada la noche, el gobernador a través de sus redes sociales.
El texto fue acompañado de una imagen en la que se ve reunidos de manera virtual, entre otros, a sus ministros de Salud, Nicolás Kreplak; de Seguridad, Sergio Berni; de Justicia, Julio Alak; y el jefe de asesores del gobierno provincial, Carlos Bianco.
«Nos parece fundamental alertar a la población sobre esta situación para evitar nuevos consumos de la cocaína envenenada», afirmó Kicillof, en sintonía con las recomendaciones que más temprano habían realizado sus ministros.
Sergio Berni, en diálogo con la prensa, había pedido colaboración a los medios de comunicación para que quienes hubieran comprado cocaína entre el martes y el miércoles no la consumieran. Luego, el Ministerio de Salud emitió una alerta donde hacía la misma recomendación y advertía de los síntomas, como dificultad respiratoria y aumento o tendencia al sueño como posibles señales de alarma.
«El Ministerio de Salud se encuentra desplegando una red de coordinación para atender la emergencia y envió una alerta epidemiológica a toda el área para brindar una rápida asistencia», detalló el mandatario bonaerense.
Desde la cartera sanitaria emitieron un documento para alertar a los efectores de salud de los municipios afectados y recomendaciones para el tratamiento de los afectados. «Se continúa registrando el ingreso de personas en grave estado», dice el Ministerio en el documento, y agrega: «Con la información disponible hasta el momento, puede inferirse que podría tratarse de cuadros de intoxicación por opiáceos y se desconoce la existencia de otro producto vinculado».
El ministro de Seguridad acompañó los operativos y allanamientos que se realizaron con epicentro en el barrio Puerta 8, un asentamiento de la localidad de Hurlingham, que fue señalado por familiares de las víctimas y algunos testigos como el lugar donde habrían comprado varias de las personas fallecidas o internadas. Hasta el momento, según informaron desde ese Ministerio, detuvieron a diez personas tras los allanamientos, donde habrían encontrado bolsas de similares características a las aportadas por las familias de las víctimas.
