Por Héctor Bernardo
En menos de veinticuatro horas, los trabajadores del Ministerio de Salud de la Provincia de Buenos Aires recibieron dos duros golpes. El primero fue el jueves cuando la ministra Zulma Ortiz decidió echar un grupo de integrantes del Registro Sanitario Provincial (Resapro). Tras el reclamo por la injusta medida, el viernes los trabajadores sufrieron el segundo golpe al ser notificados de que la ministra de Vidal había decidido, como represalia por la protesta, echar al resto de los trabajadores del programa.
Diario Contexto tuvo acceso a la circular mediante la cual el jueves se amenazó con descontarles el día a los trabajadores que decidieron participar de la asamblea.
La circular, que se emitió en el momento en que la asamblea comenzaba a hacerse masiva, señalaba: “aquellos agentes que en el día de la fecha se ausenten de su lugar de trabajo serán alcanzados por el descuento en sus haberes”. Acto seguido, autoridades del Ministerio pasaron por las oficinas tomando lista para identificar a los ausentes. Según denunciaron dirigentes sindicales, las autoridades llegaron a cerrar las puertas de algunas oficinas con llave pare evitar que más trabajadores pudieran ir a la asamblea.
Como la amenaza no fue suficiente para amedrentar a los trabajadores, la ministra Ortiz decidió, este viernes, rescindirles los contratos al resto de integrantes del programa cuyo vínculo concluía en diciembre y estaban en plena negociación para su renovación.
Laura Muñoz, integrante de la junta interna de la Asociación de Trabajador del Estado (ATE) del Ministerio de Salud provincial, señaló a Contexto que “en la lista de despedidos no sólo están los miembros del Resapro, también hay dos compañeros del programa Sumar y uno de informática que participaron de las asambleas y nos apoyaron en el reclamo”.
“El lunes a la mañana se realizará un corte de calle y una radio abierta, en reclamo para que nos den una reunión y nos den una explicación. Les vamos a exigir que reincorporen a los compañeros despedidos”, señaló Muñoz.
La gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, no hizo ningún tipo de declaración al respecto.
