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Deuda con el FMI: de cero dólar a 65.000 millones

Néstor Kirchner y Cristina dejaron saldado el pasivo con el Fondo Monetario. Macri volvió a someter a Argentina bajo el dominio de ese poder extranjero y endeudó al país en 45.000 millones de dólares. Y Milei sumaría otros 20.000. El pueblo paga las ganancias de las oligarquías financieras.

Por Miguel Croceri (*)

Cero dólar.

Cero.

Esa era la deuda de Argentina con el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace poco más de siete años, en diciembre de 2015, cuando finalizó el mandato de Cristina y concluyeron así los doce años y medio de gobiernos kirchneristas.

Néstor Kirchner, que había asumido la presidencia el 25 de mayo de 2003, anunció a finales de 2005 que pagaría el total del pasivo con esa institución financiera, el cual llegaba a casi 10.000 millones de dólares. (En la página de Facebook de la Radio AM-750 pueden verse/escucharse 2 minutos del discurso que pronunció esa vez el jefe de Estado. Posteo y acceso al video). El pago se concretó poco después, en el primer día hábil de 2006. (El tema tuvo impacto en el mundo, como lo demostró por ejemplo la información del diario español El País. Nota del 03/01/2006).

La deuda con el FMI había quedado completamente saldada. Pero todo volvió para atrás a mediados de 2018, cuando Mauricio Macri se encontró acorralado por la timba financiera que fomentó su propio gobierno, y entonces acudió desesperado otra vez al acreedor que el kirchnerismo había dejado en el pasado.

Violando sus propias normas pero por decisión del gobierno de Donald Trump -debido a que Estados Unidos es el país más influyente en el Fondo y además tiene poder de veto- el organismo mundial resolvió salvar económica y políticamente al régimen de derecha que azotaba a nuestro país.

El pacto dispuso que la institución monetaria entregaría al gobierno argentino 50.000 millones de dólares. Pero la debacle financiera continuó y la cifra fue ampliada después a 57.000 millones. Los desembolsos se hicieron por partes, en «cuotas», mientras Argentina sufría una vez más las consecuencias de un capitalismo saqueador y angurriento, y del gobierno que la facilitaba la rapiña.

Deuda de Macri, igual a la dictadura

Macri no alcanzó a recibir el total del monto que le habían concedido. La última entrega fue justo a mitad de 2019, a principios de julio, cuando faltaba un mes para las elecciones PASO (primarias abiertas, simultáneas y obligatorias). El FMI depositó esa vez una cuota de 5.400 millones  (La información puede recuperarse en una crónica del portal Política Argentina. Nota del 12/07/2019).

Posteriormente, los sucesos políticos frenaron la bola de nieve del endeudamiento infinito del macrismo. En las primarias del domingo 11 de agosto los planes de continuidad del oficialismo fueron aplastados por el voto ciudadano. Al día siguiente la timba capitalista perpetró un nuevo ataque contra la moneda argentina, consentido por Macri para echarle la culpa a las/los votantes del Frente de Todos.

Ese lunes 12 de agosto el dólar se disparó de 46 pesos a 60. A fines de 2015 el kirchnerismo lo había dejado en 9,50 según la cotización oficial utilizada para importar y exportar. (La plataforma de noticias británica BBC/Mundo informó sobre lo ocurrido aquel lunes, y además publicó un cuadro de la devaluación del peso en los años previos. Nota del 12/08/2019).

En ese contexto se vivieron largas semanas (once, en total) hasta las elecciones generales del 27 de octubre, en las cuales venció el binomio Alberto Fernández presidente-Cristina Kirchner vicepresidenta. La población siguió sufriendo los efectos de descalabros económicos que derivaron en más aumentos de precios, más parálisis de la producción, más desocupación, más pérdida del valor de los sueldos y jubilaciones frente a la inflación, más dramas para las familias.

Después de su derrota en las PASO, a Macri ya no le prestó más nadie. Al terminar noviembre, ya como presidente electo y poco antes de asumir, Fernández anunció que no reclamaría los 11.000 millones pendientes otorgados al macrismo pero que no llegaron a entregarse. “Yo lo que quiero es dejar de pedir y que me dejan pagar”, declaró cuando faltaban algo más de 10 días para iniciar su mandato. (Crónica del diario La Nación, nota del 27/11/2019).

Finalmente, la deuda surgida del pacto Macri/FMI quedó “clavada” en 44.500 millones de dólares. Semejante pasivo acumulado en apenas un año, desde mediados de 2018 a mediados de 2019. Y por un monto casi idéntico al total del endeudamiento que la dictadura genocida (1976/1983) cargó sobre las espaldas del pueblo, luego de siete años y medio de usurpar el poder mediante el terrorismo de Estado. (Esa coincidencia de cifras fue destacada por Vaconfirma en enero de 2020. Sin imaginar que dos meses después un virus desconocido cambiaría drásticamente la vida del país y de la humanidad. Nota del 27/01/2020).

Gobierno del “Frente de Todos”

Desde que hace siete años la derecha gobernante -en ese tiempo a través del macrismo- volvió a someter a Argentina bajo el dominio del Fondo Monetario, la economía nacional y el conjunto de la sociedad sufren un estrangulamiento similar a una soga al cuello. Continuamente se pagan intereses, o bien se postergan a tasas cada vez más costosas para el erario, mientras el capital permanece inalterable.

El gobierno de Alberto Fernández (2019/2023) atravesó todo su mandato acechado por tal condicionamiento. En los primeros dos años -que en su mayor parte fueron paralelos al periodo de la pandemia- delegó en el entonces ministro de Economía, Martín Guzmán, la responsabilidad y el poder institucional para renegociar dicha deuda.

Hace cuatro años, mientras gestionaba la negociación, el citado ministro impulsó una ley donde quedó establecido que cualquier acuerdo con la institución financiera debía ser aprobado por las dos cámaras del Parlamento. La disposición legislativa llevó a un nivel jurídico más específico lo que ya era desde antes un mandato de la Constitución, cuyo artículo 75 dispone que “corresponde al Congreso”, entre muchas otras atribuciones, la de “contraer empréstitos” y asimismo “arreglar el pago de la deuda interior y exterior de la Nación”. (A la citada norma, luego conocida como “ley Guzmán”, le pusieron el ampuloso nombre de “Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública”. Es un texto de pocos artículos que puede leerse en el Boletín Oficial. Publicación del 03/03/2021).

En marzo de 2022, la aprobación del nuevo compromiso con el FMI produjo grandes convulsiones políticas dentro de la coalición oficialista que en esa etapa se denominaba “Frente de Todos”. Con discrepancias internas, pero con el apoyo de Juntos por el Cambio y otras fuerzas de derecha, el acuerdo promovido por Fernández y Guzmán obtuvo finalmente aprobación parlamentaria.

De esa manera quedó refinanciado -podría decirse “pateado para adelante”- el endeudamiento con el FMI que generó el macrismo y que envolvió otra vez a nuestro país en los tentáculos de la usura internacional. (La sanción en el Congreso tuvo interés para la prensa del mundo, como lo reflejó por caso la cadena informativa pública alemana DW, Deutsche Welle. Reporte del 18/03/2022). Días después el propio Fondo Monetario confirmó públicamente el acuerdo mediante una nota oficial de prensa. Comunicado del 25/03/2022).

Otro gigantesco crimen económico

En la actualidad son prácticamente unánimes las evaluaciones referidas a que el esquema de dólar barato decidido por Milei y por su ministro de Economía, Luis Caputo, es insostenible. Y que solo funciona como un ancla para que la inflación no se dispare y de tal forma -a su vez- se mantenga un cierto apoyo social al oficialismo que, según sus cálculos, debería traducirse en resultados electorales este año.

Los conglomerados empresariales que permanecen ocultos ante la opinión pública pero manejan en gran medida las finanzas y el resto de la economía, y a los cuales el discurso dominante llama “el mercado”, conocen mejor que nadie lo que ocurre en la trastienda y por eso en las últimas semanas se lanzaron a maximizar su rentabilidad, aún a costa de deteriorar al propio gobierno que representa sus intereses.

Se inició entonces una subida en la cotización de los dólares denominados “financieros” -a diferencia del dólar “oficial” que se usa fundamentalmente para operaciones de comercio exterior y que está controlado por el gobierno y el Banco Central-, y una vez más las oligarquías le hacen pagar sus ganancias al conjunto de la población.

El pasado jueves (27/03) Caputo anunció que el Fondo Monetario otorgará otra vez un préstamo, en esta ocasión por 20.000 millones de dólares. Sumados a los 45.000 de Macri (dicho en cifras “redondas”), el organismo sería acreedor de Argentina por 65.000 millones en total.

Y aunque funcionarias/os de la institución internacional relativizaron después el anuncio del ministro (artículo de Infobae, nota del 27/03/25),nada modifica sustancialmente este nuevo y gigantesco crimen económico contra la Nación próximo a perpetrarse.

Una vez más Milei ultraja las normas jurídicas y está violando la “ley de Sostenibilidad” (mencionada en párrafos anteriores). No sometió la decisión al Congreso sino que dictó uno de sus habituales decretos de necesidad y urgencia (DNU), después convalidado por una canallesca mayoría de diputados y diputadas.

Como ya se recordó en esta columna, el kirchnerismo había dejado una deuda con el FMI de cero dólar (U$D 00,00), quitándole de encima a todo el país la intromisión de un poder foráneo para decidir sobre la vida de la Nación y de cada argentina/no y sus familias.

El endeudamiento interminable fue iniciado por la dictadura genocida, y los grandes capitalistas locales y extranjeros son sus beneficiarios. Allí está la verdadera casta que se apropia de la riqueza producida colectivamente. Lástima que nadie se lo explica al conjunto de la sociedad, y entonces gran parte de la gente se cree que “la casta” son “los políticos”.

(*) Publicado en www.vaconfirma.com.ar