Tal como sucedió a fines de 2017, el equipo económico de Cambiemos modificó sus pronósticos macroeconómicos para este año, pero esta vez en un sentido opuesto. De acuerdo con los datos de Hacienda, la caída de la actividad económica para 2019 no será de 0,5% como figura en el Presupuesto, sino que tendrá una variación 0.
El paso de la recesión al estancamiento estaría motorizado por un mejor desempeño del consumo privado y porque en la ley de leyes estaba previsto que se contraiga en un 1,6% y ahora esperan una caída del 0,9%.
Un dato interesante es que Hacienda empeoró sus expectativas en torno al único indicador que se esperaba que mejore en 2019 y que había sido tildado de “exagerado” por la oposición. La cosecha récord prevista para 2019 sumada al tipo de cambio alto había envalentonado a los hombres de Hacienda y sostenían en el proyecto que sancionó el Senado a mediados de noviembre pasado que las exportaciones subirían hasta casi un 21%. La nueva previsión espera un alza de 16,3%.
La nueva estimación realizada por el equipo de Nicolás Dujovne llega en una fecha similar al momento en el que el gobierno decidió modificar su meta de inflación para 2018. El 28 de diciembre de 2017, sólo un día después de aprobado el Presupuesto, el equipo económico (que en aquel entonces contaba con figuras como Federico Sturzenegger y Luis Caputo, ambos fuera de la gestión hoy) decidió elevar sus “metas de inflación” pasando de una estimación del 10% al 15%.
Ese episodio es señalado por muchos como el comienzo de la debacle económica y financiera de 2018 que terminó con una inflación cercana al 50%, una pérdida récord de reservas del Banco Central, una devaluación que disparó la cotización del dólar en más de 20 pesos y un nuevo rescate del Fondo Monetario Internacional.
El renovado optimismo del gobierno se produce en épocas de relativa calma cambiaria y la esperanza de morigerar la caída de la actividad económica al cierre del gobierno de Mauricio Macri es alentada por una supuesta mejora que se dará en el consumo privado.
Curiosamente, el mejoramiento de las expectativas en torno a este año se da un día después de que el Banco Mundial publicara su informe de Perspectivas Económicas Globales, que para el caso argentino empeoraron en un 0,1% y alcanzarían a finales de 2019 una caída del 1,7%.
Según el organismo internacional, la recesión registrada el año pasado fue de 2,8%, y para este año se espera que en la región el crecimiento promedie el 1,7%.
Cifras similares maneja el Fondo Monetario Internacional para nuestro país, y también arroja un resultado parecido el Relevamiento de Expectativas del Mercado que publica mensualmente el Banco Central, que destaca una inflación interanual en torno a los 28 puntos y una contracción del Producto Bruto Interno del 1,2%.
“En Argentina, la crisis cambiaria, la consiguiente aplicación de políticas más restrictivas en materia monetaria y fiscal, y una grave sequía ocasionaron una contracción de alrededor del 2,8%”, dice el informe del Banco Mundial, y agrega: “Según las previsiones, en Argentina se producirá una contracción del 1,7%, a medida que la profunda consolidación fiscal genere pérdida de empleo y un menor nivel de consumo e inversión”.