Entre 2015 y 2019, la formación de activos en el exterior (FAE) –más conocida como fuga de capitales– fue de 86.000 millones de dólares, indicó un informe que elaboró el Banco Central (BCRA) a pedido del gobierno. «El conjunto de políticas económicas que se aplicaron desde diciembre de 2015 facilitaron la fuga de capitales por más de USD 86.000 millones y crearon las condiciones para la irrupción de un nuevo episodio de crisis por sobreendeudamiento externo», sostuvo el texto difundido anoche.
La entidad que conduce Miguel Pesce remarcó que «la formación de activos en el exterior de los residentes fue el resultado de un profundo cambio de paradigma impuesto por la política cambiaria, monetaria y de endeudamiento tendientes a una desregulación de los mercados que impulsó el gobierno de Mauricio Macri». Y subrayó que la sumatoria de estas medidas «provocó una grave crisis que afectó a la economía del país y que se tradujo en menor crecimiento e inversión, mayor desempleo y un deterioro en la distribución del ingreso».
El presidente Alberto Fernández hizo especial énfasis en cuestionar este mecanismo durante su discurso del 1º de marzo. Lo relacionó directamente con la deuda que contrajo la anterior gestión, y ese día pidió al BCRA una investigación al respecto, que ayer llegó a sus manos. «Todos hemos visto impávidos cómo los dólares que deberían haber financiado el desarrollo productivo acabaron fugándose del sistema financiero, llevándose los recursos y dejándonos la carga de la deuda», afirmó en aquel entonces.
Según especificó el BCRA, en el periodo macrista la formación de activos en el exterior presentó una notable concentración en unos pocos actores económicos. Un reducido grupo de cien agentes realizó compras netas por 24.679 millones de dólares. Mientras que la formación de activos externos de los diez principales compradores explica 7.945 millones.
El total de personas humanas que compraron divisas en este período fue de 6.693.065, y el total de personas jurídicas alcanzó la cifra de 85.279.
Esa concentración también se observa, según el informe, cuando se diferencia entre personas humanas y personas jurídicas: apenas el 1% de las empresas que resultaron compradoras netas adquirió 41.124 millones de dólares en concepto de formación de activos externos, y en el caso de las personas humanas, tan solo el 1% de los compradores acumuló 16.200 en compras netas durante el período.
Asimismo, el informe titulado «Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019» precisa dos momentos dentro de la era Cambiemos. El primero, cuando Macri asumió en 2015, «impulsó una primera fase de ingreso de capitales que duró hasta comienzos de 2018. De cada diez dólares que ingresaron en esa etapa, ocho tenían su origen en colocación de deuda y capitales especulativos». A su vez, «el ingreso de divisas por deuda pública, privada e inversiones especulativas de portafolio sumaron USD 100.000 millones en el período». Luego, «con la reversión de los flujos de capitales a principios de 2018, las autoridades decidieron recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI), que desembolsó un préstamo récord de USD 44.500 millones».
La autoridad monetaria destacó que «durante todo el período 2015-2019, la fuga de capitales se triplicó». «Incluso durante la primera etapa de auge de ingreso de capitales, la formación de activos externos de los residentes alcanzó los USD 41.100 millones. En la etapa de aceleración de salida de capitales, a partir de mayo de 2018, alcanzó los USD 45.100 millones», concluyó.