Por Pablo Pellegrino
El viernes 8, Federico Sturzenegger comenzó a cumplir con el pedido del FMI de mantener la “flotación cambiaria”. Sólo tres jornadas después, el Banco Central volvió a intervenir ante la escalada de la divisa norteamericana, que, luego de una fuerte suba, cerró el día en 26,38 pesos según el promedio que la propia autoridad monetaria realiza sobre los principales bancos.
Aún con el anuncio del enorme préstamo del FMI que debería haber calmado al “mercado”, el dólar no encuentra su techo y los esfuerzos del BCRA por contenerlo siguen destruyendo las reservas.
Carlos Melconián consideró que el dólar debería estar en 41 pesos y dijo que “bajar la tasa de interés va a llevar seis meses como mínimo.
“Creo que se terminan las políticas pseudopopulistas. A partir de ahora, pechuguita con puré de calabaza”, anticipó el siempre creativo Carlos Melconián, quién consideró que el dólar debería estar en 41 pesos y dijo que “bajar la tasa de interés va a llevar seis meses como mínimo”.
El martes también había expectativa por la publicación del Informe de Política Monetaria del organismo que conduce Sturzenegger, en el que finalmente anunciaron que mantendrán la tasa al 40%. “Esta institución se compromete a mantener el sesgo contractivo de la política monetaria hasta observar signos tangibles de que tanto la inflación como las expectativas de inflación comienzan a descender”, sostiene el comunicado.
Publicado luego de que se perdieran casi 500 millones de dólares de reservas para contener el precio de la divisa, el Central “ratifica la política monetaria de metas de inflación con la tasa de interés como instrumento y el esquema de flotación cambiaria, con intervenciones eventuales ante dinámicas disruptivas”.
La entidad sostiene que los “cambios en el escenario internacional” propiciaron la depreciación del peso “que impide el cumplimiento de la meta de inflación vigente”, que había sido establecida en 15%. Sobre este punto, vuelve a mencionar las nuevas metas que surgieron luego de la conferencia de prensa que Sturzenegger brindó con Nicolás Dujovne el 7 de junio al anunciar el monto del préstamo stand by del FMI: 17% en 2019, 13% en 2020 y 9% en 2021.
En este sentido, el BCRA considera que el cumplimiento de las nuevas metas se verá “favorecido” por el “nuevo diseño de la política monetaria”, también anunciado durante la conferencia de ambos integrantes del equipo económico la semana pasada en el Centro Cultural Kirchner.
“La eliminación de las transferencias al Tesoro, la recompra de Letras Intransferibles por parte del mismo (con la consecuente reducción del stock de pasivos remunerados del BCRA), y el compromiso por parte del Poder Ejecutivo de elevar al Congreso un proyecto de reforma a la Carta Orgánica que consolide el funcionamiento de un Banco Central más independiente”, son los elementos mencionados por la entidad para confiar en las nuevas metas inflacionarias.
La entidad sostiene que los “cambios en el escenario internacional” propiciaron la depreciación del peso “que impide el cumplimiento de la meta de inflación vigente” ,que había sido establecida en 15%.
Sobre lo inmediato, el comunicado expresa que la inflación de mayo puede ser menor a la que anticipó el sector privado por la falta de aumentos en los precios regulados, pero advierte que en junio se acelerará.
“Adicionalmente, las expectativas de inflación captadas en el último REM (Relevamiento de Expectativas de Mercado) presentaron para 2018 un aumento de 22% a 27,1% en la inflación general y de 19,8% a 25,1% en la inflación núcleo, con aumentos también significativos en las expectativas de inflación a 12 meses y para 2019”, dice el texto, y manifiesta que “este panorama exige una respuesta decidida”, motivo por el cual se mantendrá por más tiempo el perfil contractivo de la política monetaria.