La Cámara de Representantes del Congreso de Estados Unidos aprobó el proceso de juicio político contra el presidente Donald Trump. El Senado, donde hay mayoría republicana, decidirá si se lo debe destituir cuando solo falta una semana para el fin de su mandato.
El presidente norteamericano sostiene que en las elecciones de noviembre pasado se realizó un «escandaloso fraude» en su contra y a favor del candidato demócrata, Joe Biden. Esto lo llevó a promover por las redes sociales una manifestación para impedir que los miembros del Congreso certificaran los votos del Colegio Electoral y proclamaran como presidente electo a Biden.
El 6 de enero, miles de simpatizantes de Trump se reunieron frente al Capitolio e irrumpieron de manera violenta. El asalto dejó cinco muertos, varios heridos, decenas de detenidos y gran cantidad de daños materiales, además de dañar de manera evidente la imagen de la democracia y la institucionalidad de Estados Unidos.
Tras los violentos hechos, representantes del Partido Demócrata presentaron el pedido de juicio político contra el mandatario, por «incitación a la insurrección».
El miércoles 13, con 231 votos a favor (todos los demócratas más diez republicanos) y 197 en contra, la Cámara Baja aprobó el pedido de juicio político.
Trump se transformó en el primer presidente de Estados Unidos en ser sometido a dos procesos de juicio político. El anterior había sido por las presiones que el mandatario realizó contra el gobierno de Ucrania para perjudicar a su rival Joe Biden.
Para que el mandatario republicano sea destituido e inhabilitado para ocupar cargos en el futuro, el Senado debe aprobar el juicio con más de dos tercios de los votos.
Tras la aprobación del juicio político, la presidenta de la Cámara Baja, Nancy Peloci, señaló: «Nadie está por encima de la ley. Donald Trump es un peligro para nuestro país».