Por Alejandro Palladino
Concluido el año por el período de vacaciones, la semana que terminó fue la última de trabajo para 162 trabajadores de la empresa Informática Fueguina Sociedad Anónima (IFSA), que cerró sus instalaciones, como se anticipaba desde meses atrás. La compleja situación que atraviesa IFSA, perteneciente al Grupo BGH y ubicada en Río Grande, venía siendo advertida por la Unión Obrera Metalúrgica (OUM), quienes asociaron el abrupto descenso de la producción con el anuncio que hizo Mauricio Macri a principios de noviembre de eliminar desde marzo próximo el arancel del 35% para la importación de computadoras, notebooks, netbooks y tablets.
El secretario de la UOM Río Grande, Marcos Linares, en declaraciones a la prensa local afirmó que la medida “es una consecuencia directa de la quita de aranceles para los productos importados resuelta por el Gobierno nacional”.
Ante la inminente quita de aranceles y el marcado declive del consumo por las medidas de ajuste y la imparable inflación, la fábrica, durante 2016, trabajó sólo al 50% de su alcance, cuando su capacidad durante años anteriores le permitía producir hasta 250 mil computadoras al año.
Desde la UOM también advirtieron que BGH despidió a cinco supervisores, a la vez que por vía de retiros voluntarios y jubilaciones se desprendió de cinco trabajadores más.
La empresa también dejó entrever que durante 2017 reducirá el personal de Planta Discontinua, integrado actualmente por 236 empleados, que no retomarán sus actividades al menos hasta mediados de año.
Otro punto que alerta a la UOM es que BGH piensa utilizar para sus líneas de producción a ochocientos operarios para 2017, por lo que dejaría en la calle a cuatrocientos trabajadores, ya que hoy son 1200.
La UOM le ha llamado la atención en reiteradas ocasiones a la gobernadora de Tierra del Fuego, Rosana Bertone, para que tome cartas en el asunto. Ante esto, la gobernadora recurrió al ministro de Producción de la Nación, Francisco Cabrera, quien visitó la provincia un mes atrás aunque no llevó soluciones para garantizar los puestos de trabajo.
IFSA ensamblaba las netbooks que el Estado nacional, durante la gestión de CFK, distribuía a los estudiantes mediante la política pública de Conectar Igualdad impulsada en 2010, cuyo objetivo fue achicar las brechas sociales, educativas y de acceso a las tecnologías. Con cientos de despidos, a principio de año Mauricio Macri le puso fin a Conectar Igualdad.