Por Héctor Bernardo
Carlos “Calica” Ferrer fue amigo de Ernesto “Che” Guevara por más de veinte años. Se conocieron cuando tenían cuatro años y compartieron aventuras hasta los veinticuatro. Luego del viaje con Alberto Granado, que fue inmortalizado en la película Diarios de motocicleta, el Che realizó un segundo viaje por América Latina, en este caso acompañado de «Calica» Ferrer.
En un nuevo aniversario del asesinato del Che Guevara, “Calica” Ferrer dialogó con Contexto sobre el legado del guerrillero heroico.
Recordó que “el 8 de octubre de 1967, Ernesto estaba prisionero en un pueblito de Bolivia que se llama La Higuera. El 9 lo asesinan. Quisieron que la gente crea que había muerto en combate y dijeron que lo habían cremado. Lo metieron en una tumba ‘NN’ y pensaron que el viento del olvido se lo iba a llevar. Pero treinta años después, un grupo formado por antropólogos cubanos y argentinos descubrieron dónde estaba enterrado y sus restos hoy descansan en un monumento en Santa Clara, Cuba”.
“Quisieron ocultarlo, desaparecerlo, pero cada día su ejemplo crece más. Dentro de doscientos años se va a seguir hablando del Che y el viento del olvido se va llevar a los generales, a Henry Kissinger y a todos los que decidieron fusilarlo”, afirmó.
Ferrer aseguró: “Ernesto muere en la batalla de La Higuera, pero el Che gana la guerra cuando Evo llega a la presidencia, cuando un indígena pasa a ser presidente de Bolivia”.
“Un día Evo Morales me invitó a comer en su residencia de La Paz y me dijo que en el discurso de asunción nombró al Che varias veces y tiene retratos de él por toda la casa, incluso en su despacho de presidente”, señaló.
Por último, Ferrer remarcó: “En fechas como esta, que se cumple un nuevo aniversario de su asesinato, debemos recordar que Ernesto está más vigente que nunca”.