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El complejo panorama de la cultura en la era Milei: recortes, despidos y una mirada cada vez más porteña

Un informe realizado por trabajadores y trabajadoras de Cultura da cuenta de que la política cultural del Gobierno nacional está destinada solo a unos pocos sectores.

La motosierra de Javier Milei tuvo entre sus principales víctimas las políticas culturales. La reducción del ministerio a secretaría, los despidos masivos, la falta de ejecución presupuestaria y una política cada vez más centralizada en la ciudad de Buenos Aires son algunos de los principales ejes de la gestión libertaria en el ámbito cultural.

«La cultura retrocede» es el título de un informe presentado por los trabajadores y trabajadoras de la cultura sobre los primeros siete meses de gestión. Allí, desde ATE advierten sobre «una cultura para pocos», que cada vez se profundiza más.

«La cultura ha dado varios pasos atrás con esta gestión, empezando por supuesto con la degradación de Ministerio a Secretaría. Se ha producido una parálisis casi absoluta en las tareas cotidianas, poniendo en serio riesgo el trabajo de preservación patrimonial, destruyendo áreas enteras de fomento industrial y deshabilitando la intervención de los programas territoriales que garantizaban la inclusión cultural de la población», indicaron desde el sindicato.

Vale recordar que Cultura fue uno de los ministerios que Milei decidió eliminar, dejándolo bajo la órbita de Capital Humano, cartera comandada por Sandra Pettovelo, una superministra que absorbió también Desarrollo Social, Trabajo y Educación. Así, Cultura quedó reducida a una secretaría a cargo del productor teatral Leonardo Cifelli.

Según advirtió ATE en base a números oficial, en siete meses de gestión, el tridente Milei-Pettovello-Cifelli solo ejecutó el 37,7 % del presupuesto vigente en materia cultural, siendo las políticas de alcance federal las más afectadas. En el desglose puede verse, por ejemplo, que el Programa de Fomento, Promoción y Apoyo a la Cultura apenas alcanzó el 1 % de su ejecución, mientras que el que más presupuesto utilizó, la Gestión de Organismos Estables, no llega tampoco ni a la mitad de lo pautado, con el 46 % ejecutado.

El cesanteo de trabajadores es otro de los aspectos centrales que complejizan este escenario, con 248 despidos entre diciembre y marzo. Para ATE esto fue uno de los puntos que afectaron el funcionamiento de programas de alcance federal y dirigidos a poblaciones vulnerables, como Latte Cultura, Puntos de Cultura, Festivales Argentinos, Juegos Culturales Evita, Orquestas Infantiles, Casa de la Cultura de Barracas, Espacio Nacional del Tango, Formar Cultura, entre otros. En ese sentido, la «Subsecretaría de Promoción Cultural y Artística encabezó con el mayor número de despidos, afectando seriamente la capacidad de intervención del Estado en el territorio», señaló el sindicato.

Uno de los casos testigos sobre la concepción libertaria de la cultura se da con el cine nacional y el INCAA, que sufrió un feroz achicamiento y que ahora enfrenta nuevos frentes con el reciente Decreto 662/2024, que modifica la Ley de Fomento de la Actividad Cinematográfica Nacional, eliminando subsidios y cuotas de pantalla. Para los trabajadores, esto es dar «un golpe de gracia a nuestro cine en favor de las producciones extranjeras».

Cultura, desde CABA para CABA

La reducción de programas que tenían un alcance nacional, ha sido un duro golpe para las provincias. Latte, Apoyos Federales y Festivales Argentinos, programas que pertenecían a la ex Dirección de Acción Federal, fueron también paralizados. «Solo estos tres programas realizaron en 2023 más de 300 actividades en las provincias que disfrutaron alrededor de 7 millones de personas», explicaron desde el sindicato.

«La decisión de gestionar cultura solo para la ciudad de Buenos Aires (CABA), el distrito más rico del país, quedó también en evidencia al echar o trasladar a la mitad de las y los trabajadores del área de pasajes de la ahora Secretaría, argumentando que no habría gestión en el resto de los distritos federales. En lo que va del año, solo uno de los Elencos Estables (Orquestas, Coros, Ballets) tiene programada una gira al interior del país y esa actividad es sostenida con presupuesto de la provincia que invita. Cultura para pocos, muy pocos», explicaron desde ATE.

Esta mirada también tiene impacto en el patrimonio cultural, no solo con la paralización de la obra pública, sino también con la quietud de una Comisión de Monumentos que «debería atender a la totalidad del país y hoy no puede visitar siquiera los monumentos en el AMBA por la falta de viáticos para sus técnicos».

Una programación reducida

Por primera vez desde su creación, Tecnópolis no tuvo una programación por parte del Gobierno nacional durante vacaciones de invierno. Solo existió programación privada a grandes costos. Otro ejemplo se da en el Museo Nacional de Bellas Artes, que en el año solo tuvo dos muestras, mientras que otros museos y espacios culturales también vieron suspendidas o reducidas sus actividades. Otro punto notable fue la ausencia del Gobierno nacional en la Feria del Libro.

La crisis, los recortes a las provincias y la eliminación de los apoyos específicos también tuvieron en estos meses un impacto en tradicionales fiestas nacionales, que se vieron este verano suspendidas, como la Fiesta Nacional de la Chaya en La Rioja y el Nacional de la Salamanca, en Santiago del Estero.

Como contracara de un Estado nacional ausente, la oferta cultural hoy en el país es sostenida por el esfuerzo de municipios, provincias, espacios autogestivos y los propios trabajadores de la cultura.

«Los daños a nuestro patrimonio cultural serán vistos a largo plazo y acompañarán la lamentable regresión en materia distributiva que ha encarado este gobierno, cuyo único fin es poner de rodillas a nuestra nación, empobrecer a la población y garantizar la extracción de nuestros recursos naturales. Y todo esto, en nombre de una libertad que paradójicamente nos empuja a un sometimiento inusitado, intentando regresar un siglo de adquisición y avances de derechos laborales, sociales y culturales», concluyeron desde ATE.


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