El conflicto por los fondos de coparticipación que Nación le recortó a la provincia de Chubut no quedó exento de la feroz interna que desde hace semanas divide con mayor virulencia a Mauricio Macri y Patricia Bullrich en la puja por conducir el PRO y la eventual alianza con La Libertad Avanza.
En ese marco, la ministra se quedó el martes sin secretario de Articulación Federal en el Ministerio de Seguridad, Sebastián García de Luca, quien renunció por la falta de canales de negociación y diálogo que permitan zanjar las diferencias con el gobernador Ignacio Torres.
El viernes pasado, en un comunicado de apoyo a la provincia patagónica, los mandatarios de Entre Ríos (Rogelio Frigerio), Corrientes (Gustavo Valdez), Chaco (Leandro Zdero), Jujuy (Carlos Sadir), Santa Fe (Maximiliano Pullaro), San Luis (Claudio Poggi), Mendoza (Alfredo Cornejo) y CABA (Jorge Macri) habían reclamado el envío urgente de los fondos que pedía la provincia. En respuesta, Bullrich hizo circular durante el fin de semana otra presentación escrita, con la firma de varios dirigentes del PRO, en sentido opuesto al de los gobernadores, a quienes cuestionó por la resistencia que mostraban a «compartir el esfuerzo fiscal necesario para impedir una crisis hiperinflacionaria».
El martes, incluso, Bullrich había dicho que Macri debería «definir dónde está, qué ideas defiende y si está en favor del cambio», en el marco de la pelea con las provincias.
Tal fue la participación de la interna en el conflicto con Chubut que, resuelto el problema (al menos en el plano judicial), el gobernador Torres dijo en una entrevista televisiva que la ministra de Seguridad lo usó para disputar la presidencia del PRO.
«Si hay una persona que usó este conflicto y me usó a mí es Patricia», afirmó el mandatario, y fue aún más explicito al pedir que el partido no resuelva el liderazgo a través de una interna. «Que no haya una interna en el PRO, porque sería una locura. Yo creo que Mauricio Macri tiene sobradas credenciales», expresó.