Por Florencia Abelleira
La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual trajo consigo un cambio de paradigma en la manera en que un pueblo debe discutir sus leyes, esas normas de palabras extrañas que no son más que reglas que rigen para cada ser humano que habita en la Argentina. Descartó la ley de escritorio, la ley sólo apta para ser redactada por académicos, por los respetados doctores que tienen el saber; y, afortunadamente, su dinámica de debate y de creación en foros populares logró traspolarse a otras futuras leyes que serán sancionadas en el país.
Ayer le tocó al Proyecto de Ley de Economía Solidaria ser debatido por el pueblo en el foro que se llevó a cabo en el Rectorado de la Universidad de La Plata. Fue el encuentro número diecinueve. Los anteriores se realizaron en distintas provincias y pusieron en relieve, a través de representantes de cooperativas y mutuales, los aspectos a rever y aquellos que hay que reforzar.
Dos paneles con referentes del cooperativismo y de la academia abrieron el foro. Luego fue el turno de todas aquellas cooperativas que se anotaron para exponer en diez minutos sus aportes al proyecto.
En la primera mesa, Mario Descargo, vicepresidente del Instituto de Promoción de la Economía Solidaria (IPES), se refirió a la importancia de las ponencias que en cada foro se llevan a cabo para discutir el proyecto. “Ustedes, desde el rol activo, deben mejorar y aportar con lo que tantas veces hablamos en nuestras cooperativas y mutuales, de lo que nos falta, lo que necesitamos, lo que tenemos que tener como marco regulatorio”. En la misma línea, se refirió al foro como una “herramienta importantísima que debemos utilizar, porque no siempre se da la posibilidad de que los actores podamos participar activamente en aportar a la futura ley”.
Luego, el diputado y director del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini, Juan Carlos Junio, resaltó el poder de transformación social que tiene el cooperativismo. “En nuestro continente, vivimos en una época de construcción posneoliberal. No creo que el liberalismo como ideario económico, cultural y político haya sido superado. Sí creo que muchísimos países de nuestro continente estamos en un proceso de transición y ruptura con los paradigmas del neoliberalismo, del individualismo, de generar durante los noventa un grave daño social”. Aclaró que la economía solidaria no es la rueda de auxilio del daño que produce la economía capitalista, sino que “va complementariamente con el Estado”. “Como sociedad civil, vayamos a mecanismos de fuerte participación en la gestión de la cosa pública con los trabajadores y el Estado, para ofrecerle a la sociedad alternativas de gestión que expresen mecanismos democráticos para superar la gestión privada.”
Por último, puso en cuestionamiento el punto del proyecto de ley que se vincula con la injerencia de capitales externos a una cooperativa o mutual. Aclaró que algo así desvirtúa los objetivos y los modos de gobierno democrático. “No coincidimos con los aportes voluntarios, porque habilita una puerta de entrada del capital lucrativo que resulta un enorme riesgo, ya que puede desvirtuar el sentido y el funcionamiento de las entidades económicas solidarias”.
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El turno de la Universidad
En el segundo panel fueron invitadas autoridades de distintas facultades que desde sus disciplinas se refirieron a la importancia de este proyecto y de la economía solidaria como una nueva manera de pensar la sociedad.
-Daniel Scaturice, decano de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y referente de la Ley de Agricultura Familiar: “Voy a crear un puente entre la Ley de Agricultura Familiar y este proyecto. La economía social está muy presente, se promueve la organización de los productores en este tipo de organizaciones. Este proyecto de ley va a atender lo que la otra ley en principio enuncia”.
-Gustavo Saralegui, secretario de Extensión de la Facultad de Ingeniería: “Mientras estamos acá hay un promedio de mil alumnos cursando en cada facultad, y lo que estamos hablando acá les tiene que llegar. Tenemos que proponer que la formación en la economía social tiene que estar en los planes de estudio de las facultades. Sobre todo las que tienen que ver con los ámbitos de la producción.”
-Mauricio Chama, vicedecano de la Facultad de Humanidades: “En las ciencias sociales, diferentes corrientes cuestionaron la concepción del trabajo individualista como una actividad basada en el interés pragmático de los actores que tiene el liberalismo económico. Las prácticas asociativas tienen un elemento en común: todas constituyen formas de organizar la producción que expresan una alternativa concreta y real al neoliberalismo”.
-Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social: “Es un tiempo en el que estamos peleando y consiguiendo leyes que no creímos posibles, y además a través de una discusión que va de abajo hacia arriba”.
“Cuando se comenzó a hablar de comunicación social, en los ochenta y noventa, era una comunicación pensada como colectiva, solidaria con valores diferentes a los del capitalismo. La comunicación comunitaria se pensaba de pobres para pobres y desde la resistencia. Algo similar pasó con la economía solidaria, entonces hay dos lugares para pensarla: el primero es el que la tiene como objetivo en sí mismo, y el segundo es como una finalidad, pero también como un mecanismo para construir un mundo más justo.”
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