Por Pablo Pellegrino
El gobierno de Mauricio Macri supo a tiempo que la suerte de su reelección dependía en gran medida del tipo de cambio y, en consecuencia, de poder manejar aunque sea por unos meses el índice de inflación, que arrastra por la crisis desatada el año pasado un elevadísimo aumento.
El planchazo del dólar dio sus frutos y el gobierno tuvo sus meses de tranquilidad en los que también pudo salir a celebrar el descenso de la inflación, que sin embargo siguió arrojando resultados altos. Pero el lunes cortó la racha: la devaluación del yuan chino golpeó a las economías emergentes en general y en Argentina el peso volvió a perder valor.
A pesar de las ventas en el mercado de futuros y la suba en la tasa de Leliq, que se ubicó en promedio por encima del 61%, el dólar subió y se ubicó en su máximo nivel desde hace tres meses: 46,68 pesos.
A pesar de las ventas en el mercado de futuros y la suba en la tasa de Leliq, el dólar se ubicó en su máximo nivel desde hace tres meses: 46,68 pesos.
El nuevo capítulo de la guerra comercial entre Estados Unidos y China, que había entrado en un impasse, mostró nuevamente la vulnerabilidad de la economía argentina a los fenómenos externos, esta vez con una nueva preocupación.
A la baja de las reservas, que hasta ahora era en parte por la estrategia de mantener la divisa norteamericana estable, sumó la devaluación del yuan, moneda que el Banco Central contabiliza en sus reservas a partir de los swap de divisas que acordó el gobierno de Cristina Fernández con el país asiático y que el gobierno de Mauricio Macri amplió para hacer frente a la crisis.
El lunes, las reservas brutas cayeron en poco más de 500 millones de dólares, caída explicada en parte por la devaluación china. Argentina contabiliza entre sus reservas brutas (que no son de libre disponibilidad) el equivalente a poco menos de 20.000 millones de dólares, equivalencia que descendió producto de la depreciación del yuan.
Al mismo tiempo, el lunes volvió a incrementarse el Riesgo País, que se ubicó por encima de los 900 puntos básicos.
En ese marco, cabe recordar que hace dos semanas la agencia norteamericana Bloomberg realizó un ranking de los países emergentes más vulnerables ante shocks externos y Argentina ocupó el primer puesto, seguida por Turquía y Sudáfrica. Entre los principales problemas señalados por la agencia estuvieron el aumento del ratio de la deuda sobre el PBI, el elevado índice de inflación, las pocas reservas de cobertura que posee y el déficit de cuenta corriente que, según Bloomberg, representa un 2% del Producto Bruto.