El directorio del Fondo Monetario Internacional aprobó este viernes el acuerdo de facilidades extendidas que alcanzó con el Gobierno nacional, luego de la ratificación del Congreso argentino que culminó la semana pasada en el Senado.
El organismo realizó con esto el primer desembolso para que el país pueda afrontar el pago de unos 2.800 millones de dólares que tenía pendientes para este mes, quedando un saldo de unos 6.200 millones en las reservas del Banco Central.
Desde el Fondo hicieron hincapié en la «frágil situación económica, financiera y social que atraviesa el país», para dar lugar al acuerdo de facilidades extendidas que prevé diez revisiones trimestrales en los dos años y medio que dura el programa, que cuenta también con un período de gracia de cuatro años y medio y contempla un período de repago de la deuda que se extiende hasta 2034. La titular del organismo, Kristalina Georgieva, consideró que el acuerdo alcanzado tiene «objetivos pragmáticos y realistas».
Luego de la aprobación del FMI, el presidente de la nación, Alberto Fernández, cuestionó a través de sus redes sociales que «en 2018 el gobierno de Mauricio Macri y sus aliados de Juntos por el Cambio tomó la mayor deuda de la historia con el #FMI y la cargó en las espaldas de generaciones de argentinas y argentinos».
Según el mandatario, el retorno del organismo al país se produjo luego de un acelerado endeudamiento con acreedores privados por 100.000 millones de dólares, pero manifestó que «la mayor parte de esa nueva deuda terminó derivándose a la fuga de capitales».
«Con los dólares recibidos no quedaron reservas, no se construyeron hospitales, escuelas, puentes o rutas. Todo se esfumó en manos de especuladores y con la pasividad del gobierno de entonces», afirmó, y agregó: «Al asumir la Presidencia de la Nación, ambas deudas amenazaban la economía argentina. La deuda con los acreedores privados la reestructuramos. La deuda con el FMI hoy acordamos refinanciarla. Nosotros no tomamos ninguna de esas deudas».
En ese sentido, sostuvo que los montos de los vencimientos asumidos en el programa original eran impagables, y analizó que no pagar implicaba «un default que irremediablemente paralizaría el crecimiento de la economía argentina». «Los compromisos que asumimos con el pueblo argentino nos garantizan seguir creciendo, aumentando la inversión en obra pública, creando empleo formal, promoviendo la inversión social, educativa y en ciencia y tecnología», destacó.
Finalmente, el mandatario resaltó el apoyo de la comunidad internacional y remarcó que por primera vez en la historia el acuerdo se alcanzó «con la aprobación del Congreso y con apoyo de trabajadores, empresarios, organizaciones sociales y gobernadores de nuestra Patria».
