Tal como trascendió en los últimos días, el macrismo comenzó a revisar la viabilidad de una nueva postergación para acceder a las moratorias de jubilación, como ya se hizo en años anteriores, y la posibilidad de la mentada “jubilación de ama de casa” ahora pende de un hilo, después de una década de vigencia que benefició a más de tres millones de personas, en su mayoría mujeres.
La maniobra es observada con preocupación tanto por sectores de la política como por la propia comunidad de adultos mayores, jubilados y pensionados, que reciben la noticia como un golpe más a los derechos y garantías de ese sector. En esa misma línea se han pronunciado desde sectores del gremialismo que remarcan los paulatinos retrocesos que Cambiemos impulsa en la previsión social.
“Esta moratoria hizo que nos sintiéramos dignas como amas de casa. Dignas del trabajo que hicimos en nuestras casas durante tantos años, criar hijos. Fue una medida benditamente acertada por el gobierno anterior. Además, hay que recordar que en los noventa mucha gente quedó sin trabajo, en la calle, y no tenía la edad para reinsertarse al trabajo. A ellos también benefició la moratoria”, dijo a Contexto Delicia Sensión, referente del Sindicato de Trabajadores Pasivos, primer órgano nacional apuntado a nuclear jubilados y pensionados de manera gremial.
Sensión: «Ya no saben cómo sacarnos más dinero. Los adultos mayores estamos viejos y cansados y este Gobierno no deja de vapulearnos».
“Ya no saben cómo sacarnos más dinero, no saben cómo llevarnos más a la desesperación, a morir por inanición o por falta de medicamento. Los adultos mayores estamos viejos y cansados y este gobierno no deja de vapulearnos”, dijo Sensión. Y agregó: “Ahora empezaron con rumores de que revisarían nuevamente desde el Ejecutivo todas las jubilaciones y pensiones de los últimos seis años, seguramente para rastrear si no tenés toda la documentación al día y sacártela, como ya sucedió”.
Mientras tanto, el gobierno ahora evalúa si generar una prórroga para la medida, tal como se hizo en 2016 por última vez, o darla de baja en el mes de julio de este año. En ese sentido, desde el oficialismo resaltaron “la necesidad de contar con una nueva ley” que contemple un “haber mínimo lo más universal posible”, condición que equivaldría a reducir el valor de las jubilaciones mínimas a un importe más bajo.
El recurso al que se refiere el gobierno es la discutida PUAM (Pensión Universal para el Adulto Mayor), esquema que ha recibido serios cuestionamientos desde el sector gremial, en especial por los obstáculos que pone en su acceso, como también por resultar insuficiente.
“La PUAM resulta una prestación asistencialista, focalizada, que es incompatible con otros ingresos (como podría ser una pensión por viudez, que tantas mujeres tienen) o con cualquier continuidad laboral. Asimismo, el monto de la PUAM es del 80% de la Jubilación Mínima. Lo que significa que es el 80% de lo que ya es una miseria”, expresó la referente de Género la CTA, Estela Díaz.
Estela Díaz: «el monto de la Pensión Universal para el Adulto Mayor es del 80% de la Jubilación Mínima. Lo que significa que es el 80% de lo que ya es una miseria».
Cabe recordar que esta moratoria abarca, con especial foco, a las mujeres que cuenten con entre 60 y 64 años de edad al 23 de julio de 2019 y que no alcancen la cantidad de años de aportes previsionales requerida. Luego de una evaluación socioeconómica que se realiza entre la ANSES y la AFIP, se les da la opción de cancelar su deuda en un plan de hasta sesenta cuotas –que se actualizan por el índice de movilidad– para obtener el beneficio jubilatorio.
En ese sentido, la diputada nacional del Frente para la Victoria, Analía Rach Quiroga, presentó un pedido de informe para que el Poder Ejecutivo ponga en claro si “evalúa eliminar, prorrogar o modificar el régimen de moratorias jubilatorias”. En caso afirmativo, debe detallar los motivos y si evalúa el impacto de dichas medidas.
El proyecto de Rach Quiroga indica que, según datos de la Encuesta Permanente de Hogares, el 62% de las inserciones laborales asociadas al cuidado están ocupadas por mujeres, mientras que sólo el porcentaje restante, el 38%, ocupan a los hombres. Como contracara: el 94% de las ocupaciones no asociadas al cuidado las realizan hombres y sólo el 4% mujeres.
“Esto muestra la división de tareas en el hogar: la atención de la salud, la educación, la realización de servicios sociales y el trabajo doméstico son, bajo la óptica patriarcal, tareas asignadas a las mujeres”, expresa el pedido de la diputada.