El secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, anunció el martes que el gobierno volverá a posponer el aumento en la tarifa de gas que se iba a discutir en octubre, tal como lo hizo con las facturas correspondientes a los meses de junio, julio y agosto, los de mayor consumo en junio pasado y con el pago escalonado dispuesto en abril.
La mentada baja inflacionaria que el gobierno celebró durante los meses previos a la megadevaluación del pasado 12 de agosto, que se reavivó este martes con un salto de 2,5%, estuvo explicada en gran medida por la suspensión temporaria de los tarifazos y la «paz cambiaria» que acordó con el FMI para llegar con buenos resultados a las elecciones.
Pero la contrapartida de esa postergación es un enorme peso para la futura Administración, aunque fuera del propio Mauricio Macri, puesto que a pesar de que los usuarios pagarán entre diciembre y enero de 2020 el aumento postergado, el Estado nacional acumula deudas e intereses en concepto de subsidio por esa medida.
El «diferimiento invernal» fue anunciado en el mes de junio, a un mes de las PASO, y consiste en suspender hasta diciembre el aumento del 22% que estaba previsto para el trimestre de mayor consumo. La misma medida se aplicará ahora, según lo anunciado por Lopetegui, con el aumento que se discutiría en el mes de octubre. Según el funcionario, el incremento se trasladará a enero del próximo año y la audiencia pública se realizará en diciembre.
Las polémicas decisiones, cuyo costo deberá afrontar el próximo gobierno, se suman a la escandalosa compensación por la devaluación que el año pasado aprobó el Congreso. La compensación buscaba revertir el efecto de la devaluación en el dolarizado costo del gas en boca de pozo (también por decisión del gobierno), pero en un primer momento se intentó trasladar el costo a los usuarios. El escándalo llegó al Congreso y, en medio de la sesión de Senadores en la que se trataría la derogación de la resolución de Energía, el gobierno negoció con algunos bloques opositores para dar marcha atrás y que sea el Estado quien afronte la carga.
La carga que pagarán los usuarios por la primera de las postergaciones anunciadas será en cinco cuotas mensuales consecutivas desde diciembre de 2020, mientras que resta ver de qué manera se realizará la que recientemente anunció Lopetegui.
Según el portal Ambito.com, el costo que demandarán los «subsidios» del Estado a las empresas, que de todas maneras cobrarán también a los usuarios, es de unos 4.500 millones en el caso del primer diferimiento, y podría duplicarse e incluso ser más alto por el peso de la reciente devaluación si se suma la nueva postergación del aumento previsto para octubre.