La denuncia de Fabiola Yañéz al expresidente Alberto Fernández generó una ola de repudios tanto dentro de su espacio político como también en el actual Gobierno nacional, que salió a relucir sus críticas a las políticas de género, hoy desguazadas. Paralelamente pusieron el foco en la Línea 144, para señalar que aún sigue funcionando. Sin embargo, en un contexto de violencia creciente, la gestión nacional solo dejó a dos trabajadoras a su cargo.
En un documento titulado «La hipocresía progresista», Milei señaló que desde el día uno de Gobierno cumplió con compromiso de «terminar con esta estafa que titularon ‘políticas de género'». Para el presidente, «la solución para la violencia que ejercen los psicópatas contra las mujeres no es crear un Ministerio de la Mujer» con «miles de empleados públicos innecesarios», sino que la solución «para bajar el delito es ser duros contra quienes los cometen». En este punto, sostuvo que la oposición acuso al Gobierno de «ser machistas, violentos y misóginos», mientras «ellos pueden golpear, maltratar, violentar, robar y cualquier otra atrocidad pintados de verde y mostrándose como aliados».
Vale destacar que desde que asumió Javier Milei al frente del Ejecutivo nacional, una de sus primeras medidas fue eliminar el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad Sexual, reducido a Subsecretaría de Prevención de las Violencias, la cual tuvo su primer paso por el Ministerio de Capital Humano y posteriormente por el de Justicia. En este camino, no solo perdió jerarquía: también se denunció un fuerte desmantelamiento de sus áreas y programas, teniendo el golpe a principio de julio, donde el 85 % del personal fue despedido.
En este camino, quedó la Línea 144, creada en 2013 bajo la gestión de Cristina Fernández de Kirchner como una política para brindar atención, contención y asesoramiento a personas en situación de violencia de género. Si bien sigue en pie, el desguace fue tal que solo quedan a nivel nacional dos trabajadoras, según advirtió el Equipo Latinoamérica de Justicia y Género (ELA), que viene denunciando los riesgos del vaciamiento ante la Justicia.
En el marco de la denuncia de la ex primera dama al expresidente Alberto Fernández, tanto el vocero presidencial, Manuel Adorni, como el ministro de Justicia, Mariano Cuneo Libarona, salieron a «recordar que sigue funcionando» la Línea 144, hoy encargada de recibir denuncias de «todo tipo de violencias» y «sin importar el sexo o la edad de la persona afectada». «Las administraciones pasadas utilizaron estos delitos de forma sesgada para así entramar negocios millonarios a costa de los argentinos. Sin ir más lejos, crearon el ex Ministerio de la Mujer, le otorgaron un presupuesto de 85 mil millones de pesos, y aún así la violencia no paró de aumentar», sostuvo el ministro en sus redes.
Estos mensajes fueron levantados por ELA, que, tras criticar duramente a Alberto Fernández, una vez más denunció el fuerte desguace del que Milei hace bandera. «No aceptamos la doble vara en ningún caso, tampoco del Gobierno Nacional que reacciona con sobreactuada indignación. Mientras impostan preocupación y recomiendan a las víctimas llamar a la línea 144, la realidad es que se eliminó el organismo encargado de prevenir y atender a las mujeres atravesadas por la violencia y 19 políticas públicas están siendo desmanteladas», manifestaron.
Según detalló ELA, en lo que va del año se ejecutó un 28 % menos del presupuesto de la Línea 144 en comparación con el primer semestre de 2023; despidieron al 38 % de su personal, que recibe llamados con pedidos de asistencia urgentes, y quedaron turnos con solo dos trabajadoras atendiendo.
«La línea recibió 10.000 consultas por el Programa Acompañar, una ayuda económica para quienes necesitan salir de un vínculo violento. Se ejecutó 82% menos del presupuesto de este programa comparando con el 1er semestre de 2023 y se redujo drásticamente su alcance», advirtieron.
«Al no contar con información certera sobre la continuidad de estas políticas, las áreas de género locales dejan de ofrecerlas para no generar falsas expectativas. ¿La consecuencia? dificultad de sostener el acompañamiento → regreso de la víctima con el agresor», indicaron.
Desde ELA recordaron que iniciaron una acción judicial colectiva contra el Ejecutivo nacional por este vaciamiento y cuestionaron al Gobierno. «Quienes celebran el cierre del ex Ministerio de las Mujeres o dicen que el feminismo no sirve, olvidan que ninguna política pública resuelve de inmediato un problema social tan complejo como la violencia de género. ¿No son estas políticas públicas más necesarias que nunca?», sostuvieron.