Por Contexto
La ciudad de La Plata fue ayer otra vez un campo minado de protestas de trabajadores estales contra el Gobierno de María Eugenia Vidal, como viene sucediendo casi todas las semanas con intensidad y malestar creciente. La respuesta de la Gobernación tampoco fue distinta: falta de diálogo y represión fueron los denominadores comunes.
La situación más crítica tuvo lugar en la sede del Ministerio de Salud, donde varias formaciones de infantes de la Policía bonaerense esperaron desde temprano a empleados de hospitales de la zona sur del Conurbano para enfrentarlos y lastimar a algunos de ellos.
“Además, queremos evitar el avance nuevamente de las empresas privadas dentro de los hospitales, que tanto trabajo nos había costado sacarlas.»
“Veníamos a un audiencia que teníamos pautada, pero el edificio estaba custodiado y vallado”, contó a Contexto Cristina Arceli, delegada del gremio ATE en el Interzonal Estévez de Lomas de Zamora. “Teníamos una reunión para arreglar el pase a planta de varios compañeros que están precarizados”, agregó.
“Además, queremos evitar el avance nuevamente de las empresas privadas dentro de los hospitales, que tanto trabajo nos había costado sacarlas. Quieren volver a las tercerizadas donde los trabajadores no tienen ningún derecho”, continuó la dirigente, que confirmó que “la represión fue al principio”.
La gravedad de lo sucedido fue ratificada de hecho con la suspensión sorpresiva de una actividad de la titular de la cartera sanitaria, Zulma Ortiz, que estaba anunciada para las 11hs en la Legislatura. Este medio también pudo constatar los hematomas que tenía en el brazo Julio Olivera, uno de los que fue atacado por las fuerzas de seguridad en el inicio de la jornada.
Otro de los reclamo se realizó en la Secretaría de Derechos Humanos, a cien metros de donde tenía que estar Ortiz pero que no fue. Allí, el pedido era similar, en cuestiones de condiciones laborales, pero se le agregaba el repudio al “vaciamiento de las políticas” de memoria, verdad y justicia en el ámbito provincial y nacional.
“Estamos pidiendo un aumento salarial porque todos sabemos lo que ha sido la inflación, con los tarifazos incluidos”, detalló a Contexto Cintia Nucifora, una de las voceras del plantel de la dependencia. También exigieron al titular de la Secretaría, Santiago Cantón, que se pronuncie sobre el dictamen de la ONU a favor de la libertad de Milagro Sala.
“Otra de las cosas que denunciamos es el ataque a las organizaciones como Madres y Abuelas de Plaza de Mayo por parte de Cambiemos, por ejemplo, negando el número de 30 mil desaparecidos”, completó. “Esta Secretaría cada vez tiene más recursos pero menos acciones concretas”, concluyó.
Un tercer episodio de conflicto seguía abierto en el Ministerio de Educación, sobre la Av. 13, entre las calles 56 y 57. Allí, el Movimiento Barrios de Pie mantenía una ocupación y un acampe en el hall central, sin llegar a ser una toma de las instalaciones –aunque esa instancia no estaba descartada–, para denunciar la falta de recursos para centros de formación.
Esos fondos habían sido negociados el año pasado, pero el acuerdo fue desconocido por la nueva Administración bajo la excusa de la “pesada” herencia. “Hemos dormido acá porque tenemos la firmeza de quedarnos hasta tener una respuesta, aunque nos dijeron que no nos van a recibir si no levantamos la movida”, explicó a Contexto Mariano Marini, referente de la agrupación.
“En un contexto de crisis y de desocupación, es fundamental que la gente pueda aprender algún tipo de oficio para tener más armas para defenderse. No nos importa si cambió el color político, porque nosotros pactamos con el Gobierno de la provincia y eso exigimos”, concluyó.