Por Héctor Bernardo
El domingo 9 de febrero de 2025 se realizaron las elecciones presidenciales y legislativas en Ecuador. Según los datos oficiales proporcionados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), con el 92 % de los votos escrutados, el actual presidente y candidato de la derecha, Daniel Noboa, obtuvo el 44,31 %, y la candidata del correismo, Luisa González, el 43,83 %. Lo que implica una diferencia de solo 0,48 %.
Según la Constitución de Ecuador, para ganar en primera vuelta un candidato o candidata a la presidencia debe obtener más del 50 % de los votos válidos o, en su defecto, más del 40 % y diez puntos de diferencia sobre el segundo. Al no cumplirse ninguna de estas opciones, los dos candidatos más votados deberán ir a una segunda vuelta, que en este caso se realizará el 13 de abril.
Durante la jornada electoral hubo denuncias de fraude, difusión de encuestas falsas que daban como ganador al «candidato-presidente» Daniel Noboa, y algunos incidentes con personal de las Fuerzas Armadas que impidieron que algunos ciudadanos ejercieran su derecho al voto y que habrían hostigado a algunos fiscales de Revolución Ciudadana (el partido correísta).
Con la esperanza como bandera
Luisa González representa al movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa. Abogada de profesión y exasambleísta, ha prometido restablecer las políticas sociales del correísmo, haciendo énfasis en la recuperación económica, el fortalecimiento de la inversión pública y una estrategia de seguridad distinta a la militarización promovida por Noboa.
Tras conocer los resultados, González se dirigió a sus seguidores y aseguró: «Vamos a ganar en la segunda vuelta. El pueblo ecuatoriano ha demostrado que quiere un cambio real, un Gobierno que trabaje por la seguridad con justicia social, no con represión».
El berrinche del niño bien
Daniel Noboa, actual mandatario, llegó al poder en 2023 tras obtener el triunfo en una elección anticipada, luego de que el expresidente, el banquero Guillermo Lasso, para evitar un juicio político en su contra, invocara el artículo constitucional que en Ecuador se conoce como «muerte cruzada», que implica la disolución del Congreso y el llamado a elecciones anticipadas, tanto presidenciales y como legislativas, para completar el período de gobierno.
El actual presidente ecuatoriano es hijo del hombre más rico de ese país, el empresario bananero Álvaro Noboa.
Daniel Noboa y su equipo de campaña aseguraban que ganarían en primera vuelta y difundieron –antes de que se supieran los resultados oficiales– una encuesta de boca de urna que le daba más del 50 % de los votos. Al no cumplirse lo que habían anunciado, y a pesar de que sus seguidores lo esperaban frente a un escenario ya montado, Noboa decidió no dar declaraciones ni participar del acto, lo que generó desconcierto.
Crisis multidimensional
Desde que finalizó el gobierno de Revolución Ciudadana encabezado por Rafael Correa, en 2017, Ecuador se ha sumergido en una crisis provocada por políticas neoliberales que impulsaron el retiro del Estado.
Durante los gobiernos de Lenín Moreno, Guillermo Lasso y Daniel Noboa, hubo un marcado y constante aumento de la inseguridad, la desocupación, el trabajo informal y el descrédito en las instituciones, lo que provocó una migración descontrolada de ecuatorianos y ecuatorianas.
Ecuador se ha transformado en el país más violento del continente. Según los datos oficiales, tiene una tasa de 38 homicidios cada 100.000 habitantes (en Argentina esa tasa es de 3,8 homicidios cada 100.000 habitantes). Tan solo en enero de 2025 hubo más de 658 asesinatos.
A ello se suma una crisis energética que ha provocado cortes de más de doce horas diarias y una sumisión a los intereses de Estados Unidos con la entrega de las islas Galápagos para la instalación de una base norteamericana. Sin olvidar el escándalo internacional provocado por la decisión de Noboa de violar la sede diplomática de México al ordenar que la policía entre por la fuerza a la Embajada de ese país para secuestrar al expresidente Jorge Glas, quien se encontraba asilado allí.