El bloqueo comercial, económico y financiero que Estados Unidos le ha impuesto arbitraria y unilateralmente a Cuba desde 1960 ha pasado por diferentes etapas y niveles de intensidad. En 1996, durante el gobierno de Bill Clinton (1993-2001), se produjo la aprobación de la Ley Helms-Burton, que endureció fuertemente la política de hostigamiento hacia la isla. En los últimos años del gobierno de Barack Obama (2009-2017), la estrategia norteamericana pareció cambiar y, si bien el bloqueo continuó, se tomaron algunas medidas que permitieron disminuir la presión norteamericana. Con la llegada de Donald Trump al gobierno (2017), el sector más reaccionario de la derecha anticubana radicada en el estado de Florida, representado por figuras como el senador ultraderechista Marco Rubio, tomó gran peso en las decisiones de la Casa Blanca.
Durante 2019, en el marco de la campaña electoral estadounidense para las presidenciales de 2020, con ansias reeleccionistas y con la evidente especulación de consolidar los votos del sector más reaccionario y ganar nuevamente los electores del estado de Florida, Trump ha endurecido el bloqueo contra Cuba. La reciente crisis de combustible en la isla es una de las consecuencias de ese recrudecimiento.
Para entender cuáles son los daños que provoca bloqueo, cómo esa agresiva política afecta la vida cotidiana en la isla y qué formas han encontrado el gobierno y el pueblo cubano para enfrentar esta nueva arremetida norteamericana, Contexto dialogó con el embajador de Cuba en Argentina, Orestes Pérez Pérez.
¿Qué lectura hace del endurecimiento del bloqueo?
Las recientes acciones de la Administración de Donald Trump, destinadas a endurecer el bloqueo económico, comercial y financiero contra Cuba, son parte de un capítulo más de esa política obcecada que intenta generar una desestabilización interna en el país y destruir la Revolución. Esa ha sido siempre la política que ha tenido como eje central el bloqueo, y el principal afectado es el pueblo.
Hace unos meses entró en vigor el Título Tres de la Ley Helms-Burton que permite a ciudadanos norteamericanos y cubanos nacionalizados en Estados Unidos reclamar en cortes norteamericanas por propiedades que fueron confiscadas al triunfo de la Revolución.
Esta medida tiene un marcado carácter extraterriotorial, porque afecta las relaciones de Cuba con terceros. Inversores que están en la isla hace mucho tiempo, españoles, italianos y canadienses, pueden verse afectados con la aplicación de este artículo de la Ley Helms-Burton.
¿Esta es solo una de las medidas que implica el recrudecimiento del bloqueo?
Más recientemente, Trump anunció la puesta en vigor de un grupo de medidas que incluye la disminución de las remesas hacia Cuba, pone impedimentos para reducir drásticamente los viajes de grupos culturales y de intercambio educacional. También hay una persecución a los buques tanqueros que trasladen petróleo hacia Cuba. Esa medida ha afectado en el último tiempo el funcionamiento normal de la economía cubana. Son parte de una política que comenzó en 1960 y que ha pasado por diferentes fases, hasta esta, que es la más reciente.
La situación que describe parece muy grave.
Estamos preparados para enfrentar esos desafíos tremendos. Esto no es el Período Especial, porque las condiciones son otras. Hoy Cuba tiene un desarrollo distinto, tiene potencialidades diferentes a las que tenía en ese momento, pero sí hay un agravamiento de la situación resultado de que el combustible no está llegando con la regularidad que lo hacía hasta ahora por esa persecución a los barcos que transportan el crudo hacia Cuba.
Durante los últimos años del gobierno del presidente Barack Obama, Estados Unidos parecía cesar en su empeño por mantener el bloqueo, aunque no lo eliminó.
El bloqueo es una política genocida que tiene momentos más agudos y otros más distendidos. La última etapa del período de Obama fue un momento de cierta distensión en las relaciones bilaterales. Se avanzó mucho en esos últimos dos años de la Administración de Obama con conversaciones serias, respetuosas, identificando las áreas en las que podíamos avanzar. Se firmaron más de veinte acuerdos en diferentes áreas.
¿Y ahora?
El actual recrudecimiento del bloqueo obedece al apoyo incondicional de Cuba a Venezuela, en defensa de su pueblo y de la revolución bolivariana. La Administración Trump busca un chivo expiatorio a sus constantes fracasos al intentar derrocar al gobierno legítimamente elegido de Nicolás Maduro. Entonces dicen que el gobierno bolivariano sigue firme por culpa de Cuba.
Solo en el último año, el bloqueo le ha generado a Cuba pérdidas por casi 5.000 millones de dólares. Una cifra que para la economía cubana es muy importante. No hay un sector de la sociedad cubana que no se vea afectado por el bloqueo. Salud, educación, deporte, cultura, desarrollo económico, programas sociales, todo se ve afectado por esta política criminal.
Por ejemplo, en áreas como la salud, si es necesario buscar un antibiótico o un equipo médico que podría adquirirse en Estados Unidos, hay que ir a buscarlo en otro país. Hay que ir a buscarlo a Europa o China, lo que implica un gran aumento en el costoso que es transportarlo y una gran demora en adquirirlo.
Hay una persecución constante a las transacciones financieras hechas en bancos del exterior, no podemos comerciar con el dólar norteamericano, etcétera. Es una situación de persecución permanente. Eso afecta considerablemente la vida normal de todos los cubanos.
Todos los años Cuba presenta en la Asamblea General de Naciones Unidas una resolución contra el bloqueo que recibe un contundente apoyo de la comunidad internacional.
Sí, este año vamos a volver a presentar la resolución y estamos convencidos que vamos a lograr una gran mayoría en esa votación, tal cual ha ocurrido en los últimos años.
¿Cómo se entiende que, año a año, habiendo tanto apoyo de la comunidad internacional a esta resolución que presenta Cuba y tanto rechazo al bloqueo, Estados Unidos se mantenga firme en su postura?
Bueno, lo primero es que, a pesar de tener el apoyo mayoritario de los Estados miembros de Naciones Unidas, la resolución no es vinculante. Segundo, parece ser que Estados Unidos ha preferido quedar aislado en ese tema, ya que en esa votación solo recibe el acompañamiento de Israel, el resto de los países miembros votan a favor de la propuesta de Cuba. Tercero, Estados Unidos tiene un peso muy importante que le permite presionar a gobiernos para evitar que se tomen medidas tendientes a contrarrestar ese bloqueo. Esas son algunas de las herramientas que Estados Unidos tiene para evitar que se cumplan los pedidos permanentes de la comunidad internacional en Naciones Unidas.
Por otro lado, no hay que olvidarse que, desde que Trump asumió, Estados Unidos tiende a abandonar todos los organismos multilaterales. Se fue de la Unesco, se fue del Consejo de Derechos Humanos, amenaza con irse de la Organización Mundial de Comercio (OMC). Abandona los organismos multilaterales porque las posturas de Trump están cada vez más aisladas.
¿Qué nivel de conciencia y qué postura tiene el pueblo cubano sobre las limitaciones que causa el bloqueo en la vida cotidiana?
A pesar que de no se puede ignorar lo que significa el bloqueo para Cuba, el pueblo cubano es consciente de las razones por las cuales Estados Unidos insiste con el bloqueo. La cubana es una sociedad organizada, una sociedad donde hay una vinculación permanente de los dirigentes con la base. Ahora mismo el presidente del Consejo de Estado y de Ministros, Miguel Díaz-Canel (2018), recorre todas las provincias del país conociendo las afectaciones que genera el problema con el combustible, conociendo de primera mano las acciones que se están llevando en todos los territorios para mitigar ese problema. El pueblo cubano es muy solidario y se une frente a la adversidad. Todo eso va a ayudarnos a salir de este momento que es coyuntural.
La carencia de combustible no es por falta de dinero para comprarlo, sino por la persecución que ha desatado la Administración Trump contra los buques que transportan crudo hacia Cuba, pero el presidente Díaz-Canel ya anunció que, a principios del mes de octubre, la llegada de crudo se estabilizará.
Hay un convencimiento de que de esta situación podemos salir mucho más fortalecidos, porque, a pesar de todas las carencias que nos puede traer en el orden material, es un momento que ayuda más a la unidad, a la concientización de la población, a asumir el reto de seguir defendiendo un proyecto nacional e independiente. Todas esas son razones para confiar en que podemos salir de esta situación.