Las elecciones ya son historia. Los comicios del 27 de octubre ratificaron el triunfo que en las Primarias dejó al país conmocionado, en especial ante un Axel Kicillof que, a fuerza de una larga marcha en el Renault Clío por los 135 distritos, aplastó a una María Eugenia Vidal que, hasta entonces, se erguía como la figura predilecta tanto del oficialismo como de los medios de comunicación afines.
A continuación, Contexto repasa algunos detalles de cómo se pensó, se trabajó –y se militó– la campaña que ganó la aprobación más del 52% de los bonaerenses.
«A Axel, antes que nada, lo llevó la gente a ser quien es hoy. No fue un invento de la rosca política, de los aparatos, ni de los grandes actos. En muchas ciudades, para la gente era más importante la posibilidad de tenerlo cerca y sacarse una foto que su discurso o la actividad en sí que organizaba», fue una de las conclusiones a las que llegó Jéssica Rey, responsable de prensa del gobernador electo y una de los tres acompañantes que estuvo día a día arriba del famoso Clío durante meses.
«A Axel, antes que nada, lo llevó la gente a ser quien es hoy. No fue un invento de la rosca política, de los aparatos, ni de los grandes actos»
El estilo austero y despojado de su irrupción en la escena electoral, su antecedente de enlace directo a la época más prolífera del kirchnerismo y su perfil de cuadro de «juventud» lograron cuadrar casi a la perfección en un momento de síntesis del peronismo de cara a la opinión pública.
En ese maratónico recorrido, Rey fue una de las principales acompañantes del actual gobernador electo que pensó, trabajó y discutió cada movimiento de campaña del ex ministro de Economía, hasta su consagración en las elecciones del pasado 27 de octubre, donde logró desplazar de la gobernación bonaerense a María Eugenia Vidal.
«Una de las principales virtudes de la campaña fue que el aspecto publicitario se adaptó a Axel, y no Axel a la campaña. La campaña se armó a partir de lo que ya existía. A eso que ya veníamos haciendo mensualmente, entre 2016, 2017, se adaptó la campaña y se le agregó algunos ribetes más propios de una campaña política», manifestó Rey.
¿Eso estuvo pensado o se fue dando de manera espontánea?
Él no cree tanto en el marketing político, así que nosotros teníamos que ponerle esa cuota que él nos permitía. Era muy difícil hacerlo actuar a Axel, o hacerle «hacer cosas». Pero cuando llegó el momento en que se convirtió en el precandidato, dijimos: todo bien, no te vamos a pedir que actúes, pero hay algunas cuestiones que debemos estructurar.
¿Por ejemplo?
Hicimos algunas investigaciones que nos dieron la tranquilidad de saber que lo que Axel hacía generaba algún efecto y que había un nivel importante de desconocimiento. Había mucha gente en la provincia que no sabía o no había visto lo que Axel hacía. Que hablaba con todo el mundo, que si tenía que juntarse con sectores que no eran afines, lo hacía.
¿Cuál creé que fue el elemento que más impactó de su perfil?, ¿qué es lo que vio la gente en él?
Su autenticidad. La gente cuando lo ve en vivo se da cuenta de que eso que ve es real. En la etapa previa a la candidatura sirvió para desmitificar ese monstruo que habían creado alrededor de su figura, de mostrarlo siempre enojado, siempre peleando como diputado. Después, cuando arrancó la campaña propiamente dicha, la gente pudo comprobar que eso que veía en sus redes era verdad. Que se lo podían encontrar en cualquier calle de su pueblo, o comiendo en un puesto al paso en la ruta, o usando un baño de un club para cambiarse de ropa.
«La gente cuando lo ve en vivo se da cuenta de que eso que ve es real. cuando arrancó la campaña propiamente dicha, la gente pudo comprobar que eso que veía en sus redes era verdad»
Sin duda, el aplastante resultado de las elecciones PASO significó un antes y un después en la campaña que, casi de la noche a la mañana, ubicó a Axel Kicillof como el virtual ganador de la gobernación de la provincia.
Después de las PASO hubo una explosión, pero no mediática, sino de la gente. Gente que comenzó a demostrar aún más su cariño. La gente se acercaba a decirle «mirá que yo confío en vos», cosas que a Axel muchas veces lo impactaba. Esa necesidad de la gente de creer y confiar en alguien. Incluso, en algunos momentos algunos medios todavía escépticos buscaron montar algún operativo para ver si «desenmascaraban» su manera de hacer campaña. Pero no pudieron.
A partir de 2017, fue Cristina Fernández de Kirchner quien recomendó a Kicillof que comenzara a reforzar la presencia en la provincia de Buenos Aires. Poco a poco, la demanda comenzó a ser mayor en la recepción de la propia población de cada región.
Hubo una simbiosis entre las ganas de Axel y la necesidad de la gente. Cuando se dio el debate de por qué Axel iba a ser el candidato, todo el mundo pensó que era imposición de Cristina. Y, en realidad, si uno lo mira con objetividad, a Axel lo impuso la gente.