En pleno marco de lucha contra el avance de la pandemia de covid-19, el gobierno de la provincia de Buenos Aires fortalece el trabajo con los diferentes distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), de cara al inminente pasaje de la llamada «cuarentena estricta» a una nueva fase. En ese sentido, el gobernador Axel Kicillof inició la semana con una agenda dedicada a la planificación de medidas y el fortalecimiento de recursos para las semanas venideras.
Así quedó demostrado en las dos actividades que mantuvo ayer tanto con Horacio Rodríguez Larreta como con Jorge Macri, dos actores clave dentro del mapa del AMBA, con los que se encontró durante el día. En primer lugar, la reunión con el intendente de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) fue el puntapié inicial para trazar un marco general sobre cómo continuarán las medidas de prevención entre Provincia y CABA.
Entre varios puntos, ambos funcionarios coincidieron en avanzar con aperturas paulatinas de actividades, con un fuerte foco de atención en la complejidad de cada región específica. Mediante estrictos protocolos, la idea es avanzar hacia flexibilizaciones de actividades productivas y laborales como se había logrado en etapas previas a la actual fase. Se espera que las conversaciones continúen este martes con una reunión entre los jefes de Gabinete tanto de provincia como de CABA, Carlos Bianco y Felipe Miguel, respectivamente.
Luego del encuentro con Larreta, la agenda de Kicillof continuó en Vicente López, en la zona norte del conurbano bonaerense, donde el mandatario fue recibido por el intendente local, Jorge Macri, para formalizar la entrega de diez respiradores nuevos para el distrito. El punto de encuentro fue uno de los cinco centros de aislamiento de ese distrito, desarrollados gracias al trabajo conjunto de la gestión bonaerense con el conjunto de intendentes.
«Hoy son diez respiradores, en su tercera entrega. Han sido 34 en total en el distrito. Cada uno de ellos era algo que faltaba en todo el planeta. Estos se hicieron en Córdoba, los compró el gobierno nacional. Ojalá no los usemos. Pero si alguien los necesita, está el equipamiento y el esfuerzo médico», expresó el gobernador Kicillof en conferencia de prensa, donde fue acompañado por el propio Macri y el ministro de Salud bonaerense, Daniel Gollán.
«Quiero felicitar a su equipo, al intendente, por el trabajo que han hecho. Hay cinco centros de aislamiento. Si no hubiésemos hecho la cuarentena a tiempo, todo esto no existiría», dijo el mandatario bonaerense, y agregó: «Cada una de estas inversiones e iniciativas se pudo hacer a tiempo porque se pudo hacer una cuarentena a tiempo». «Cómo está la movilidad, la ciudadanía que fue convocada a hacer un esfuerzo, que es el que conlleva una situación de mayor confinamiento, pero está teniendo como resultado menor movilidad. Y ese es el más efectivo remedio para evitar los contagios. Eso es lo que ha funcionado en todo el planeta», dijo Kicillof.
«Esta es la segunda vez que visitamos las instalaciones que se prepararon para dar respuesta frente a algo único e inesperado. No podemos darle tranquilidad a los y las bonaerenses diciéndoles ‘la cuarentena se termina tal día’, porque eso no lo sabe nadie. Lo que sí podemos decir es que los gobiernos municipales, nacional y provincial han trabajado para que si alguien lamentablemente lo contrajese hay equipamiento necesario esperándolo», concluyó el gobernador.
Las actividades mantenidas durante el día de ayer entre Kicillof, Larreta y Jorge Macri lograron despejar las especulaciones políticas desarrolladas en las últimas semanas en la órbita de la prensa opositora. El encuentro entre el gobernador y dos de los referentes más representativos de la oposición significó un gesto político clave en un escenario mediático en el que la prensa dominante insiste en profundizar la «grieta» a nivel social y, junto al ala más radicalizada del macrismo, impulsa protestas y manifestaciones en contra del gobierno.