La recesión en que sumió Cambiemos a la economía desplomó las ventas y puso en aprietos a los comercios, directamente afectados por la caída del salario real. En los principales centros urbanos del sudoeste de la provincia de Buenos Aires se replica este cuadro, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA).
El trabajo releva la situación de 200 comercios distribuidos en las ciudades de Bahía Blanca, Tres Arroyos y Punta Alta. El 79% afirmó atravesar durante 2018 una “dinámica negativa”: el 40% tuvo una etapa de achicamiento y el 39% una de estancamiento. Apenas el 19% de los locales experimentaron crecimiento normal y tan sólo el 2% lo hizo de manera acelerada.
el informe subraya que el 66% de los comercios del sudoeste bonaerense experimentaron una caída de las ventas en UNIDADES.
Los principales rubros abarcados corresponden a locales abocados a la comercialización de alimentos y bebidas (40%). Le siguen el sector de indumentaria y textil (10%), calzado y marroquinería (8%), electrónica y artículos para el hogar (7%) y perfumería y farmacia (5%).
“El informe demuestra la situación de un sector (el comercio) que tiene un peso importante en las estructuras económicas de estas ciudades porque son sectores que emplean mucha mano de obra”, afirmó en diálogo con Contexto el economista del CEPA y autor del informe, Juan Cruz Lucero.
El 2018 estuvo signado por la devaluación del 100% del peso y la inflación récord de 47,6%. En este marco, los salarios perdieron entre un 15% y 20% de poder adquisitivo lo cual impactó fuertemente en las ventas. Así, el informe subraya que el 66% de los comercios del sudoeste bonaerense experimentaron una caída de las ventas en unidades, el 26% expresó que no tuvieron modificaciones sustanciales y para el 8% las ventas le aumentaron. A su vez, la gran mayoría de las ventas (37%) cayeron entre 20% y 30%, seguida por el 20,3% a los cuales las ventas le disminuyeron entre 10% y 20%. Más complejo fue el escenario para el 15% de los comerciantes, a quienes le cayeron entre un 30% y 40%.
“Este panorama tiene una relación directa en lo que ha sido la pérdida de poder adquisitivo desde marzo y abril 2018, y más aún después de la devaluación, sin que haya tocado su piso aún”, apuntó Lucero. En este sentido, los salarios siguen perdiendo. Según el último índice de salarios del INDEC, de marzo de 2018 a marzo de este año, el aumento promedio de los salarios fue del 37,3%, por debajo del incremento del costo de vida que llegó al 54,7% en ese mismo lapso.
Por su parte los problemas más mencionados por los comerciantes, como motivos del estado de situación, tienen que ver con políticas claves de los gobiernos de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal. Se destacan por sobre todo, los costos de los servicios públicos (8,8%), que afectan a los comerciantes en sus negocios y también a los clientes, cuyos aumentos en las boletas hogareñas reducen su poder de compra. La siguen la disminución de la rentabilidad (7,4%) y la caída de las ventas (7,3%).
“La pérdida de rentabilidad nos muestra que ha sido tan fuerte que muchos comercios cierran, y eso se aprecia si se hace un recorrido por los centros comerciales de estas ciudades donde hay una gran cantidad de negocios cerrados, o en general se ven muchas liquidaciones por cierre o promociones de descuentos”, describió Lucero.
“La caída de las ventas tiene que ver con la política de ingresos regresiva de este gobierno. Los salarios y jubilaciones han perdido si uno los compara con la inflación y eso tiene que ver directamente con el poder de compra”, dijo el especialista, quien remarcó que las medidas que tomó el gobierno para hacer crecer el consumo “llegan tarde y se toman sin una presencia del Estado fuerte para que estos programas lleguen a la mayoría de la población”.
«La pérdida de rentabilidad nos muestra que ha sido tan fuerte que muchos comercios cierran»
A nivel de inversión, el 76% de los comerciantes señalaron que durante el año 2018 no pudieron realizarlas. Mientras que para lo que viene, “el 63,4% de los comerciantes espera vender menos que el año anterior, el 26,7% supone que despedirá trabajadores y el 78,2% piensa en mantener igual el equipamiento presente en sus locales.
Por último, los rubros más afectados por la caída del consumo fueron calzado y marroquinería, a quienes las ventas le cayeron 81,3%; le siguen las de electrónica y artículos para el hogar (71,4%) e indumentaria y textil (65%).