Por segundo día consecutivo, la policía detuvo a vendedores ambulantes en el marco de un fuerte operativo para erradicar a manteros, feriantes y puesteros de la vía pública.
Ayer a las 13 hs, en 3 y 44, efectivos de las policías bonaerense y local junto con agentes municipales detuvieron a dos senegaleses mientras caminaban por la calle con sus bolsos de mercadería, que les fue secuestrada, rumbo a sus casas.
Fueron trasladados a la Comisaría Primera, donde al cierre de esta edición, por la noche, los abogados defensores esperaban su liberación luego de haberse realizado todos los trámites correspondientes y sin que se haya hecho imputación formal por delito.
Los vendedores sabían que la policía iba a llevar a cabo un nuevo operativo. Las calles, al igual que el lunes, amanecieron con la presencia de setecientos efectivos de la Bonaerense junto a agentes de la Secretaría de Convivencia y Control Ciudadano local que se apostaron sobre avenida 7 desde Plaza San Martín a Plaza Italia, en las calles adyacentes y en diagonal 80, en su tramo hasta la estación de trenes en 1 y 44.
Ante este panorama, los vendedores levantaron sus cosas para retirarse. Caminaban por la esquina de 3 y 44 cuando fueron interceptados por policías. «Los agarraron circulando como a cualquier persona que circula por la calle con bolsos o que vuelve o va a un viaje. No hay marco legal para este tipo de procedimiento», dijo a Contexto Martín De Vargas, abogado que ofició como defensor de los vendedores. El abogado añadió que la mercadería volverá a manos de los feriantes.
«Habían tomado conocimiento del operativo, entonces los manteros que se encontraban en diagonal 80 desarmaron sus puestos y se iban a sus casas cuando empiezan a ser interceptados por fuerzas policiales. Se les procedió a secuestrar la mercadería que llevaban en bolsos, sin identificar si había mercadería dentro, lo cual es una total arbitrariedad. No estaban vendiendo, se iban a sus casas para evitar el operativo», subrayó De Vargas.
«Muchas veces resistimos los secuestros de la mercadería porque estamos para trabajar, porque está todo complicado. Encima esta vez no estaban vendiendo. Es una provocación para decir que nosotros somos los violentos», señaló a Contexto Tala Sar, vendedor que presenció la detención de sus compañeros. «Merecemos trabajar como cualquier otra persona, migrar y trabajar son derechos. No estamos en la calle porque nos gusta, lo hacemos para pagar el alquiler, el monotributo», agregó.
El hecho se enmarca en la política de mano dura que llevan adelante los gobiernos de la gobernadora María Eugenia Vidal y el intendente Julio Garro para impedir la venta callejera, en un contexto de creciente desocupación y precarización del trabajo por la crítica situación laboral y social que atraviesa el país.
Según un reciente informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), elaborado en base a un estudio de campo en cuatro ferias populares del Gran Buenos Aires, el 52% de los feriantes consultados lo hace de modo transitorio desde hace menos de tres años, debido a la crisis económica. A su vez, el 33% es vendedor mientras busca otro trabajo como reemplazo, pero no lo consigue.
El lunes, en otra situación violenta en La Plata, la policía detuvo a una mujer vendedora y a dos militantes de Patria Grande que se interpusieron mientras los efectivos requisaban la mercadería. El rechazo a este procedimiento fue masivo en las redes sociales y en la puerta de la Comisaría Segunda, donde se concentró un buen número de personas antes de la liberación de los detenidos, por la noche.
