En lo que va de 2019 en la provincia de Buenos Aires hubo 250 docentes despedidos de colegios privados, producto del marcado descenso de la matrícula por los recortes presupuestarios que implementan las familias de clase media y media baja. Las familias optan por colegios más baratos o el traslado a la estatal. Las cesantías se multiplicaron en las diecinueve delegaciones que tiene el gremio Sadop en la provincia.
Así lo aseguró a este medio Darío Benítez, secretario de prensa del Sadop provincial, tras un relevamiento realizado ayer por dirigentes gremiales en el Consejo Directivo.
El caso de la provincia se enmarca en el informe que publicó el Sadop nacional, donde advierte que entre el 5% y el 7% de los y las docentes de escuelas privadas fueron despedidos entre la última parte de 2018 y los meses del corriente año, periodo en que la crisis económica se acentuó. Las instituciones afectadas son tanto las parroquiales y de barrio como las más caras. La cifra alcanza en total a 12 mil trabajadores y trabajadoras e incluye la modalidad de despidos encubiertos, es decir docentes a quienes les recortaron horas o que se vieron obligados a renunciar por traslados forzados de sus horas.
A su vez las dificultades de conseguir trabajo lleva a que los docentes firmen sus despidos sin resistencias ante la promesa de las autoridades escolares de que serán reincorporados en otros colegios, y de este modo no recibir una indemnización. Asimismo, apuntaron desde el gremio, quienes se oponen o protestan tienen mayores complejidades para reinsertarse en colegios privados del mismo distrito.
El temor a perder el empleo se enmarca en el crecimiento de la desocupación, que avanzó del 7,2% al 9,1% entre el último cuatrimestre de 2017 con respecto al mismo periodo de 2018, informó ayer el INDEC.
“En toda la provincia hay cierres de cursos. Eso lleva a que los empleadores reduzcan la plantilla docente. Justifican en que están haciendo una ‘reestructuración’ por este achicamiento”, afirmó Benítez. Y agregó: “Juntan cursos y hay docentes con mayor tarea en aulas superpobladas. Así tenemos docentes recargados y otros directamente sin trabajo. Esa es la realidad que estamos sufriendo los docentes en la provincia. Hablan de calidad de la educación, pero hacen todo lo contrario”.
Esta seguidilla de despidos se enmarca en el deterioro salarial de los docentes de la provincia, que perdieron 15,6 puntos de poder salarial en 2018 producto de la inflación y la devaluación y que el gobierno de María Eugenia Vidal se niega a pagarlo en la negociación salarial.
Los despidos en el país
En el plano nacional, donde se desempeñan unos 240 mil docentes, la baja de la demanda en la educación privada por la pérdida del empleo o por los efectos de la inflación en los salarios, provocó despidos con mayor énfasis en las provincias de Chubut, San Luis, Neuquén, Jujuy, Salta, La Pampa, Tucumán, Chaco, La Rioja y Río Negro. En la escuelas públicas de gestión privada, a diferencia de la gestión estatal, los despidos son legales sin justificación como en cualquier otro lugar del sector privado.
“Hay un fenómeno de desgranamiento que se empezó a producir el año pasado, se acentuó a fin de año y se marcó notoriamente en el inicio de clases”, dijo a este medio Gerardo Alzamora, referente del Sadop nacional. “Este proceso es muy particular en primaria e inicial donde se unifican maestras porque se achican los grados por la menor cantidad de alumnos. Mientras que en la media y terciaria hay despidos pero por el recorte de horas, ofrecen horas en otro colegio y así los sacan de su lugar de trabajo”, añadió.
Desde el gremio que conduce María Lázzaro, que había sido uno de los convocantes al paro del inicio de clases el 6 de marzo, denunciaron que el principal blanco son los docentes que tienen práctica gremial. Señalaron que existe como patrón común en el país el criterio de echar “por la filiación sindical” o a aquel que sea “candidato a delegado o a quien haya parado o realizado algún reclamo”.
Esto se inscribe en la lucha por la apertura de la paritaria nacional que lleva adelante el Sadop junto a los otros gremios como la Ctera, luego que Mauricio Macri la haya cerrado en enero de 2018, lo cual genera una fuerte disparidad salarial entre las distintas provincias ya que cada una tiene que acordar su convenio sin apoyo del Estado nacional. “Mantienen así al 80% de los maestros y profesores por debajo de la línea de pobreza, en un contexto en el que la inflación interanual fue del 51,6%”, remarcó el gremio en su comunicado.