En los primeros cinco meses del año, unos 94.000 argentinos perdieron su puesto de trabajo «en blanco». De acuerdo con los datos del Ministerio de Producción y Trabajo de la Nación en el Reporte Laboral del mes de mayo, en un año se destruyeron unos 217.100 empleos formales y los únicos que cierran con balances positivos son los empleos de casas particulares y del sector público.
Dentro del sector privado, que en conjunto tuvo 184 mil bajas, todos los grupos de empresas por tamaño tuvieron pérdidas. «Las bajas ocurrieron en todos los estratos de tamaño de empresas: entre 10 y 49 trabajadores, 2,5%; entre 50 y 199, 2,4%; y de 200 trabajadores y más, 3,2%», señala el informe.
De la investigación se desprende, además de la pérdida de empleos, la caída de los salarios frente a la inflación: «El salario nominal promedio se incrementó 43,3% frente a mayo de 2018 y alcanzó los $42.208, mientras que el salario mediano lo hizo en 41%, llegando a $33.395», indica el informe, lo que ubica a ambos registros muy por debajo de los 57,3% de inflación acumulada hasta mayo.
El saldo de mayo castigó nuevamente al sector privado, que tuvo una pérdida de 36.000 empleos, pero el nivel general fue compensado con la creación de poco más de 16.000 en el sector público.
Uno de los sectores más castigados por la recesión económica desde el estallido de la crisis cambiaria del año pasado, no solo en términos de plantilla laboral sino también de rentabilidad y hasta posibilidades de continuar con la producción, es la industria manufacturera. Con una capacidad instalada ociosa que oscila entre el 40 y 45%, se perdieron unos 67.100 trabajos, lo que representa el 36% de los empleos que perdió el sector privado.
Le sigue el rubro Comercio, con 50.000 bajas; Transporte, con 20.000; Actividades inmobiliarias, empresariales y de alquiler, con 16.000; y Construcción, con 14.200.
Para el mes siguiente (junio), la Encuesta de Expectativas Laborales (EIL) indica que se volverá a reducir el empleo en un 2,7% a nivel nacional. En el Gran Buenos Aires se reducirá un 3,2% interanual y la región más afectada es la de Gran Resistencia. En el Gran La Plata el descenso será de 2,1%, similar al registro nacional.