La política de Cambiemos en materia de seguridad se recrudece en La Plata con más presencia policial en los sectores más vulnerados de la capital bonaerense. Así lo demostró el megaoperativo desplegado anteanoche en 517 entre 119 y 120, el barrio periférico El Mercadito, donde una dotación de más de quinientos efectivos de la Policía Local, bonaerense y Federal, cincuenta unidades móviles y un carro antidisturbios ingresó para incautar, según publicó el diario El Día, “droga y un arma”.
La operación fue en respuesta a la conflictividad publicada por los medios de comunicación en torno a “bandas de narcotraficantes” en la denominada “zona más caliente y peligrosa de La Plata”. Detrás de este escenario se diluye una crisis mucho más estructural: falta de trabajo, recortes a programas de inserción educativa y marginación social de la comunidad.
“Es una zona muy castigada. Este año se cerró el bachillerato de adultos, se despidió gente que trabajaba descargando mercadería del Mercado Central, lo cual te da más gente desocupada. Eso claramente es un problema que tiene efectos directos en la conflictividad social”, dijo a Contexto Ivana Ordozgoiti, profesora de la Escuela Nº 50 de El Mercadito, quien asegura que en la comunidad la presencia policial “es violenta y estigmatizante”.
“Es una zona muy castigada, este año se cerró el bachillerato de adultos, se despidió gente del mercado central, lo cual te da más gente desocupada. Eso tiene efectos directos en la conflictividad social”
“Esto ya lo hemos charlado con el equipo docente del lugar. El barrio es peligroso, pero la comunidad se siente marginada. Los chicos y jóvenes son estigmatizados por sólo vivir ahí y no son quienes cometen los delitos, simplemente caen ‘por ser portadores de cara’”.
Ordozgoiti contó que la propia escuela fue robada recientemente, ya que los recortes de presupuesto en educación provocaron que ya no pueda permanecer el sereno.
“Con más de quinientos policías, comenzamos en el barrio El Mercadito el operativo de seguridad más grande de la historia de la Ciudad”, se jactó ayer el propio intendente Julio Garro a través de las redes sociales, con un video aéreo del ingreso de las fuerzas de seguridad al lugar.
«El barrio es peligroso, pero la comunidad se siente marginada. Los chicos y jóvenes son estigmatizados por sólo vivir ahí y no son quienes cometen los delitos»
“Es una propaganda nefasta de esta gestión, que desgraciadamente muchos vecinos compran, donde se cree que militarizando un barrio va a haber seguridad y no va a haber delincuencia. Todo ese despliegue se queda ahí uno, dos, diez días y después se van a ir, pero la situación social va a quedar ahí”, dijo a Contexto José Rusconi, referente de la Asamblea Vecinal de Barrio Norte, espacio que este año comenzó a diagramar un foro de seguridad para discutir entre miembros de la comunidad qué modelo de tratamiento de esta problemática necesita la ciudad.
“Decidimos incorporar la temática de la seguridad, ya que necesitamos batallar esa postura donde ‘todo se soluciona con represión’. Obviamente, la presencia policial es necesaria y nos hace sentir seguros como vecinos, pero hay problemáticas de fondo. Es decir: el momento en que la policía entra a reprimir el delito es porque el delito ha venido madurando, y eso está vinculado con problemas estrictamente sociales”, agregó Rusconi.
El operativo se extendió a lo largo del martes y la madrugada del miércoles. Sólo de las fuerzas de seguridad provinciales participaron cuerpos del Comando de Patrullas, Policía Local, Grupo GAD y las direcciones de Caballería e Infantería, entre otras.
No es la primera vez que el intendente Julio Garro impulsa un megaoperativo para actuar sobre las zonas más castigadas del territorio platense. A modo de ejemplo, sirve recordar el violento desalojo de siete familias que vivían en paupérrimas condiciones en la zona de Villa Rica, en Villa Elisa, o las recurrentes razias que vienen sufriendo los vendedores ambulantes en el centro, a quienes se les decomisó mercadería y hasta los llevaron detenidos.