Por Lucía García y Florencia Abelleira
«Desde 2003 nos toca vivir en un contexto de legislación reparadora que viene a construir y reparar sobre injusticias y deudas sociales, culturales y económicas, y este contexto de ampliación de derechos nos anima a soñar y a ir por más porque tenemos bases sólidas para seguir construyendo nuevas conquistas”. Con esa frase, la diputada provincial por Nuevo Encuentro, Graciela Romanelli, sintetizó la idea de la «Jornada sobre Violencia de Género. Análisis del Proyecto de Ley sobre Programa destinado a víctimas en la Provincia de Buenos Aires».
En una entrevista con Contexto, Romanelli adelantó los ejes de la iniciativa que se debatió el miércoles en la legislatura bonaerense, que tiene como objetivo erradicar y prevenir las violencias de género, familiares y sexuales; brindar atención, acompañamiento y asistencia, «promoviendo el posicionamiento de las víctimas desde un lugar activo y evitando toda conducta acto u omisión que produzca revictimización”, al tiempo que propone «capacitar de manera permanente tanto a aspirantes de policías, como a policías en funciones en las materias de derechos humanos y violencia de género».
-¿Cómo surge la iniciativa de armar el proyecto para la provincia de Buenos Aires?
-Nosotros lo que pensamos es tomar como columna estructural el programa «Las víctimas contra las violencias» implementado por el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación, y entendemos que el programa debe tener una línea de un equipo integrado por psicólogos y asistentes sociales que permita la concurrencia al lugar desde donde llama la víctima. El programa se propone como una contención, además de intentar sacar a la víctima de su situación de tal y construir un espacio de horizontalidad donde esta se asuma como activa y tenga otro rol.
“LO QUE NOSOTROS QUEREMOS CONCEPTUALMENTE CONSIDERAR ES QUE UN LLAMADO AL 911 QUE SE HAGA POR VIOLENCIA DE GÉNERO TIENE QUE SER INMEDIATAMENTE DERIVADO.”
-Las magnitudes de la provincia son grandes, y se necesitan distintos abordajes del problema. ¿En el proyecto se contempla esto?
-Así como decimos que cada provincia tiene su particularidad, también la tienen los municipios. Estamos en un contexto de políticas absolutamente reparadoras para las mujeres. En estos últimos doce años se han hecho infinidad de iniciativas a nivel legislativo y ejecutivo que contemplan la situación de vulnerabilidad de las mujeres. Me parece interesante ponerlo en este marco político, porque esta es una propuesta de contribución a todo lo que se viene haciendo. Un ejemplo excelente de contención y construcción es (el programa) Ellas hacen, que surge a la luz de la iniciativa de este gobierno. Las distintas realidades geográficas también hacen distintas las atenciones. Lo que nosotros queremos conceptualmente considerar es que un llamado al 911 que se haga por violencia de género tiene que ser inmediatamente derivado.
-¿La propuesta viene a cubrir la atención en la emergencia?
-El proyecto cubre la atención en la emergencia y, si es necesario, también la compañía de 72 horas de la víctima por parte de este grupo especializado. Dentro de lo que determina el programa nacional, nos hemos ajustado bastante a los criterios de trabajo. Lo trascendente es que la justicia sea igualitaria. Queremos que las capacitaciones que se hagan sean más intensivas, tanto a la Policía como a los efectores de la justicia.
-Una situación muy común es que la mujer hace la denuncia en la Comisaria de la Mujer, en el mejor de los casos se la toman sin mayores complicaciones, el caso llega a la Justicia, el juez dictamina la exclusión del hogar del violento y el cerco de docientos metros, pero esto después no se garantiza y cuando la mujer vuelve a ir a la Justicia no encuentra respuesta.
-Exactamente. Entonces es un poco esa sensibilización lo que queremos lograr. Si no hay apropiadas condenas, los violentos vuelven a su cauce.
LO TRASCENDENTE ES QUE LA JUSTICIA SEA IGUALITARIA. QUEREMOS QUE LAS CAPACITACIONES QUE SE HAGAN SEAN MÁS INTENSIVAs, TANTO A LA POLICÍA COMO A LOS EFECTORES DE LA JUSTICIA.
-Estamos en una semana de cierre de listas, y hace poco fue la marcha de Ni Una Menos. ¿Se ha conseguido que los temas de las mujeres formen parte de la agenda política, o todavía es una discusión que hay que seguir dando?
-Hay una cuestión central: nuestra sociedad está marcada por el patriarcado. De manera que vamos a tener que trabajar mucho para tener una agenda tan definida. Es muy importante destacar que en principio tenemos una presidenta que es un ejemplo nacional, latinoamericano y mundial, que es un faro que tenemos nosotras las políticas. Por sobre todas las cosas, nuestro espacio toma la problemática de género como un eje central de su accionar. Y hay algo que es fundamental: esta iniciativa surgió antes del Ni Una Menos. Cuando surgió esta marcha, nosotros presentamos un proyecto que se aprobó por unanimidad para que los legisladores la acompañen. Los cambios culturales, al ser transformadores, son un poco más lentos, pero estamos en este camino, y vamos a seguir transitándolo.
-¿Cuál es el rol de la comunicación en la pelea contra la violencia machista?
-Los medios cumplen un rol fundamental en la construcción de sentido acerca de qué es la mujer. Este nivel de cosificación de mujer-objeto también hace que, por considerársela objeto, se la pueda maltratar. Por eso, nuestro proyecto contiene articulados vinculados con la Ley de Comunicación Audiovisual, donde se hace referencia al tratamiento de las mujeres en los medios.
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Una propuesta para un programa de asistencia
De acuerdo al anteproyecto que se discutió en las jornadas, en paneles de los que participaron, entre otros, Paula Villarreal (coordinadora de Docencia en la PFA), las periodistas especializadas en género, Sonia Santoro (Página/12) y Lucía García Itzigsohn (Red PAR), Néstor Artiñano, Norberto Liwski y María Laura Corrales. También participaron las diputadas del FpV Fernanda Raverta y Rocío Giaccone.
La iniciativa propone que el programa de asistencia a víctimas de la violencia de género esté compuesto por las instancias de atención telefónica, Brigada Móvil, seguimiento, Equipo Jurídico y cuerpo interdisciplinario. De esta forma, entre sus aspectos centrales, prevé la creación de un Equipo Móvil de Atención a las Víctimas de Violencia familiar y sexual que intervenga en situaciones de urgencia y emergencia durante las 24 horas los 365 días del año y esté integrado por dos profesionales (un psicólogo o psicóloga y un trabajador o trabajadora social) y personal policial.
Esta Brigada se ocupará de propiciar un espacio seguro para atender a la víctima, para que la misma pueda visibilizar la violencia padecida, conocer sus derechos y asumir un posicionamiento activo. Cuando la víctima desee hacer la denuncia pertinente, «el equipo móvil se ocupará del traslado y el acompañamiento para evitar instancias de revictimización y garantizar el acceso a la Justicia».
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