Por Florencia Abelleira
Una vez más el cuerpo de una mujer fue utilizado para el morbo mediático. Evelyn Herrera, la adolescente de 17 años hallada muerta en un cañaveral en Berisso el 4 de octubre, después de estar quince días desaparecida, fue expuesta sin reparos a través de fotografías que muestran su cuerpo muerto en algunos medios comerciales. Inmediatamente, la Red Internacional de Periodistas con Visión de Género en Argentina, salió a repudiar esa utilización. “El periodismo tiene una responsabilidad social. Mucho hemos avanzando en la construcción de una comunicación respetuosa. Decisiones editoriales como éstas, nos hacen retroceder y nos vuelven a interpelar para revisar nuestras prácticas. NiUnaMenos, es también, respetar”, sostuvieron en su comunicado.
Hace ya varios años que las discusiones sobre género coparon también el ámbito mediático. Los avances sociales vinculados a la identidad sexual y a las problemáticas que atraviesan las mujeres, instalaron la necesidad de hacer comunicación con perspectiva de género.
“El gobierno argentino en los últimos 10 años ha hecho avances normativos de avanzada. Sin embargo, estas leyes tienen el desafío de construir nuevas retóricas que no partan de la heteronormatividad, que no sean relatos que anulen”, explica Florencia Cremona, directora del Laboratorio de Comunicación y Género de la Facultad de Periodismo de La Plata.
Junto con las leyes de Matrimonio Igualitario e Identidad de Género, en el 2009 se sancionó la ley de Protección Integral para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres en los Ámbitos en que Desarrollen sus Relaciones Interpersonales; y en el 2012 se reformó el Código Penal y se incorporó la figura de femicidio que estipula la condena de prisión perpetua para quien mate a su pareja.
LA BISAGRA EN EL DISCURSO MEDIÁTICO, FUE LA ERRADICACIÓN DEL TÉRMINO CRIMEN PASIONAL Y SU REEMPLAZO POR EL APROPIADO: FEMICIDIO.
La bisagra en el discurso mediático, fue la erradicación del término crimen pasional y su reemplazo por el apropiado: femicidio. “La pasión no mata -sostiene Cremona- pero además hay que contar las historias de otro modo, para multiplicarlas y embestir contra los estereotipos”.
Para Lucía García Itzigsohn, comunicadora social, docente e integrante de Periodistas de Argentina en Red (PAR) hay que leer a los medios como un discurso único. “Sobretodo en la televisión, la publicidad, la ficción y lo periodístico está construido en una misma línea de sentido. El mensaje que ronda en torno a las mujeres y a los géneros no heteropatriarcales, tiene que ver con representarnos en calidad de objetos sexuales o en torno a nuestras tareas de cuidado, mucho menos en lugares de decisión, de reflexión, de poder”.
Los estereotipos restan
Tras la muerte de Evelyn, diversos medios acompañaron la información publicando imágenes de la zona donde estaba el cuerpo de la joven, con policías y peritos y sumaron una imagen de la chica tomada de Facebook, la misma que se usaba para la búsqueda. Pero no conformes con esta imagen, circularon una foto del cuerpo sin vida. “Otra vez, la lente rapiñadora de cuerpos femeninos sedienta de imágenes que vendan e impacte con “lo sangriento”, la muerte, la crueldad del exterminio”, aclara Cremona.
“OTRA VEZ, LA LENTE RAPIÑADORA DE CUERPOS FEMENINOS SEDIENTA DE IMÁGENES QUE VENDAN E IMPACTE CON ‘LO SANGRIENTO’, LA MUERTE, LA CRUELDAD DEL EXTERMINIO”, ACLARA CREMONA.
Cabe preguntarse, ¿cuáles son los criterios para informar un hecho como este? ¿Dónde se pone el foco? ¿Por qué en la víctima y no en el victimario?
“Una cuestión que veo muy marcada sobretodo en los femicidios de chicas jovencitas, es una cuestión de clase. A ciertas niñas se las protege más de cierto escarnio público que a otras. Evelyn Herrera era de una familia popular de Berisso, entonces eso habilita el morbo”, dice García.
Por su parte, la directora del Laboratorio de Comunicación y Género insiste en que las y los periodistas cuenten de otro modo, multipliquen las historias. “¿Cómo se construyen nuevas retóricas? -se pregunta- Destruyendo estereotipos”.
“UNA CUESTIÓN MUY MARCADA EN LOS FEMICIDIOS ES UNA CUESTIÓN DE CLASE. EVELYN HERRERA ERA DE UNA FAMILIA POPULAR DE BERISSO, ENTONCES ESO HABILITA EL MORBO”, DICE GARCÍA.
Las cadenas de equidad son muchas: si es feminista es lesbiana y mujer, si es lesbiana no se depila, si es feminista está en contra de la familia y el matrimonio.
“Los estereotipos no hacen más que abonar a que el género quede en un lugar border, que se vuelva un problema exclusivo de quienes lo sufren, por eso, hay que habilitar nuevos modos de estar juntos”, concluye la investigadora.
Entonces, ¿cuáles son los desafíos que tenemos las y los periodistas tras el #NiUnaMenos? Ya es hora de que todos los medios de comunicación avancen en pos de denunciar y desterrar las estructuras jerárquicas y excluyentes de género en la trama de nuestra cultura mediática.
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