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Excombatientes piden que se avance con la causa por las torturas en Malvinas

«Soberanía también es luchar por la igualdad y la ampliación de derechos. Entonces, soberanía e igualdad es que podamos decidir sobre nuestros cuerpos, es que no exista más desigualdad salarial entre varones y mujeres, exige que dejen de existir víctimas de la violencia machista, es que dejemos de llamar amor al trabajo no remunerado», dijo Julieta Terminiello, hija de Fernando, uno de los excombatientes de la Guerra de Malvinas.

Las palabras de la joven fueron el eje central del 37° aniversario del fin del conflicto bélico en junio de 1982: el Centro de Ex Combatientes de Malvinas (CECIM) de La Plata decidió este año homenajear a sus compañeros caídos con las mujeres como protagonistas.

«En este contexto de avance en políticas de género, nos parece importante valorizar la figura de la mujer, de las madres que sufrieron durante el tiempo que estuvimos allá»

El acto que se desarrolló en el Centro Cultural y de la Memoria Malvinas concluyó con la ofrenda floral por parte de las mujeres que participaron del homenaje en cada uno de los 36 nombres que forman parte del monumento a los platenses que murieron en combate.

Madres, hijas, hermanas, amigas perdieron a sus seres queridos en territorio malvinense. Pero también hoy cientos de mujeres desde distintos espacios mantienen viva la memoria y la lucha por la soberanía argentina sobre las islas.

«En este contexto de avance en políticas de género nos parece importante valorizar la figura de la mujer, de las madres que sufrieron durante el tiempo que estuvimos allá, de las que sufrieron cuando sus hijos no volvieron, las novias, amigas, maestras que perdieron a alguien allá», explicó a Contexto el secretario de Derechos Humanos del CECIM La Plata, Ernesto Alonso, quien sumó también al homenaje a las cinco mujeres que estuvieron como instrumentadoras quirúrgicas durante el combate.

«Si hay algo que nos alejó de Malvinas fue precisamente ese conflicto armado que posibilitó a Gran Bretaña seguir avanzando en la consolidación colonial en esos territorios usurpados que nos pertenecen a los argentinos», sostuvo Alonso al analizar «un día de tanta conmoción para nosotros».

Para Alonso, el 14 de junio de 1982 «fue el día que nos pudimos reencontrar los que salimos del frente de combate en Puerto Argentino y lamentablemente fue el día en que empezamos a darnos cuenta que muchos no iban a volver».

«Como siempre digo, a los diecinueve años uno no está preparado para morir, está preparado para vivir, de eso se trata y por eso estamos acá celebrando la vida», afirmó.

Durante el acto, Hugo Robert, presidente del CECIM local, se refirió también a aquel día: «Por un lado tenía un fuerte alivio de saber que esa locura a la que llegan las supuestas civilizaciones como es la guerra había concluido, al menos para nosotros, y el alivio de saber que en unos días nos íbamos a reencontrar con nuestras familias y amigos. Pero por otro lado me veo como una planta seca; éramos plantas secas naturalizando la muerte».

Robert consideró que el mejor homenaje para los caídos en Malvinas es la inteligencia y la formación, el conocimiento de qué es lo que está en juego en el Atlántico Sur. «Hay que sacarle el corazón a la causa Malvinas, porque la invisibilizan con el sentimiento», consideró.

Consultado por este medio sobre la situación actual de los excombatientes y el reclamo de soberanía sobre las islas, Alonso advirtió que «la democracia argentina tiene una asignatura pendiente en dos aspectos: uno es el de justicia por Malvinas, desde la perspectiva de los derechos humanos».

«la causa Malvinas desde una política de Estado es una asignatura pendiente, porque tenemos estos vaivenes donde asumen gobiernos como los de Macri»

«Hace doce años iniciamos una causa que pretende investigar las graves violaciones a los derechos humanos contra los soldados conscriptos, que tiene un retraso importantísimo en cabeza del Poder Judicial. Esto consolida la impunidad», completó.

«Por otro lado, la defensa de la causa Malvinas desde una política de Estado es una asignatura pendiente, porque tenemos estos vaivenes donde asumen gobiernos como el de Macri, en el que se ponen nuevamente a disposición de la iniciativa británica en el Atlántico Sur», concluyó.


 

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