El presidente de la nación, Alberto Fernández, firmó este lunes junto a los gobernadores de veintitrés jurisdicciones del país el consenso fiscal 2022, que terminó con el que impulsó en 2017 el Gobierno de Mauricio Macri.
La cita fue en la Casa Rosada y nuevamente contó con la ausencia del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, que cuestionó el documento porque «permite aumentar impuestos». «Lamento que esto haya quedado sin firmar por la ciudad de Buenos Aires, porque cuando se llevaba los puntos de coparticipación lo hacía sin consensos», cuestionó durante el encuentro el presidente. También el ministro del Interior, Eduardo de Pedro, se sumó a las críticas contra Larreta y consideró que «tienen un argumento que en lo mediático es más simpático. Eso sí, pueden aumentar más los impuestos».
Fernández destacó que el acuerdo alcanzado con los gobernadores constituye «un paso más en favor de garantizar un crecimiento equilibrado en toda la Argentina», y añadió que «preserva la autonomía de las provincias y profundiza el sistema federal».
A diferencia del acuerdo firmado por el Gobierno de Mauricio Macri, que buscaba una «baja gradual» de los impuestos, propuesta que se desdibujó luego de la crisis de 2018, el nuevo documento establece topes sobre los que podrán maniobrar las propias jurisdicciones. Además, con el acuerdo las provincias se comprometieron a no iniciar procesos judiciales por un año y suspender por el mismo tiempo los ya iniciados por coparticipación, mientras que Nación se comprometió a pagar en doce cuotas los saldos pendientes.
Entre otras modificaciones, además, abre la discusión para el año entrante sobre la posible aplicación de un impuesto a la herencia, y habilita la modificación de los impuestos a los ingresos brutos, sellos, inmobiliario y automotor, con los mencionados topes acordados.
Fernández destacó, por otro lado, que la medida impacta directamente en las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional. «Este acuerdo nos sirve mucho en la discusión que tenemos con el Fondo, porque nos muestra un país que proyecta el futuro en términos fiscales racionales y con el consenso de todos los Gobiernos provinciales, así que les agradezco desde ese lugar, porque nos ayuda mucho a demostrar que estamos trabajando con el acuerdo, con la participación de todos y buscando consensos», dijo.
En ese sentido, citó a los gobernadores para el 5 de enero para dialogar sobre el desarrollo de las negociaciones que encabeza el ministro de Economía, Martín Guzmán, para «explicarles en qué punto estamos en la discusión con el FMI y que todos estemos al tanto de lo que estamos haciendo».
El ministro del Interior, Eduardo De Pedro, también resaltó el carácter del consenso, ya que «no aumenta impuestos, sino que pone topes a la suba de impuestos, es decir que todos los gobernadores y gobernadoras que están firmando este consenso fiscal están autolimitando la suba de impuestos».
El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kiciilof, señaló que el nuevo acuerdo busca «garantizar un crecimiento equitativo», y expresó que «Desde la PBA vamos a seguir acompañando a todos los sectores para que se desarrollen plenamente, cuenten con las herramientas para hacerlo y nos acompañen en el camino de transformación y recuperación que pusimos en marcha».
Otro de los que se manifestó a favor de la norma fue el mandatario formoseño, Gildo Insfrán, para quien «este acuerdo reemplaza al Consenso del 2017 y devuelve la autonomía a las provincias, promoviendo estabilidad y equilibrio fiscal».
Las únicas jurisdicciones que no tuvieron que suscribir a la actualización fueron San Luis, gobernada por Alberto Rodríguez Saa, y La Pampa, representada por Sergio Zilliotto, ya que ninguna había suscripto a la propuesta de Mauricio Macri en 2017.
