Un repudio generalizado se produjo en torno a declaraciones de la escritora e intelectual argentina Beatriz Sarlo, quien se pronunció respecto del reclamo soberano sobre las islas Malvinas. La pensadora hizo afirmaciones tales como alegar que «las Malvinas son territorio británico» y que «la gente no se sienta ni un minuto a pensar, si son argentinas, si no son argentinas, ni qué son las Malvinas».
Las declaraciones lanzadas por Sarlo al aire de un programa de la señal LN+ generaron repercusión inmediata debido al agravio hacia una de las reivindicaciones históricas más delicadas del país. Funcionarios, autoridades y asociaciones de ex combatientes de Malvinas se pronunciaron al respecto y dejaron fuertes críticas para la escritora.
Tal fue el caso del secretario de Malvinas y Antártico Sur, Daniel Filmus, quien dijo en declaraciones a Radio Continental que las palabras de Sarlo «demuestran una ignorancia enorme», ya que en la Constitución Nacional está establecido «que es irrenunciable el reclamo de Malvinas».
Sarlo, además, rebajó el reclamo y se refirió al conflicto bélico de 1982 entre Argentina e Inglaterra al afirmar que se trató de «una invasión, revindicando tierras que aparentemente fueron de la Argentina en la tercera década del siglo XIX, es decir cuando Argentina no estaba unificada como país y no tenía Constitución».
Por su parte, el director del Museo Malvinas e Islas del Atlántico Sur, Edgardo Esteban, emitió un comunicado donde expresaba su profundo dolor por la declaraciones proferidas. «Cómo duele que una referente intelectual como Beatriz Sarlo diga semejante barbaridad. No tiene respeto ni a los muertos enterrados en nuestras islas. Por favor, un poquito de dignidad. Por siempre las Malvinas son Argentinas», sostuvo Esteban, quien también es excombatiente.
El rechazo a las palabras de Sarlo también llegó del lado del Centro de Excombatientes de Islas Malvinas (CECIM) de La Plata, desde donde recordaron que la escritora fue una de las «diecinueve pseudointelectuales que firmaron una solicitada por la autodeterminación» en el archipiélago, en palabras de Hugo Robert, titular de la entidad.
Desde el CECIM La Plata publicaron un extenso comunicado donde realizan una marcada crítica tanto a Sarlo como a los reiterados intentos por tapar la causa Malvinas, en línea con los sectores más acérrimos de la derecha argentina. «En la Argentina no hay lugar para los negacionismos, tampoco para los anti derechos, para los que militan la cultura estratégica pagados por alguna embajada, en Argentina hay un pueblo que piensa en recuperar el futuro», señala el documento.
«Desde la recuperación de la democracia la cuestión Malvinas tuvo sus altibajos, ni vale la pena repasar la época de las relaciones carnales de los ’90, con la política de seducción, que permitió mediante los acuerdos de Madrid la explotación indiscriminada de los recursos ictícolas, que depredan el Atlántico sur poniendo en riesgo la sustentabilidad del recurso y perjudica en forma directa el costo de los consumidores argentinos», expresa el texto.
«Algo similar ocurrió durante el Gobierno de Mauricio Macri, con el nefasto acuerdo firmado en septiembre de 2016 conocido como Foradori Duncan. Allí Macri le entregaba nuevamente la iniciativa a los británicos en el Atlántico Sur en la explotación de los recursos que nos pertenecen, mejorando la logística para tal fin», continúa.
El gesto de Sarlo, a su vez, captó la atención por su coincidencia con expresiones recientes proferidas por figuras centrales de la coalición Juntos por el Cambio, ahora rebautizada como Juntos. Fue el caso de Patricia Bullrich, quien ironizó con la idea de que había que intercambiar las islas Malvinas «por vacunas Pfizer».
A esto se sumaron los dichos de Sabrina Ajmechet, actual precandidata a diputada nacional porteña por la coalición macrista (y bajo la tutela de la propia Bullrich), quien también destapó una controversia por comentarios en las redes sociales donde denigraba el reclamo soberano. Vía Twitter, Ajmechet había afirmado que «las Malvinas no existen. Las Falkland Islands son de los kelpers».