El debate en torno al cierre de las exportaciones de carne que dispuso el gobierno nacional se replicó también en La Plata. En línea con las entidades del agro y los dirigentes nacionales de Juntos por el Cambio, el intendente Julio Garro cuestionó la medida y pidió que se «revea». Desde el Frente de Todos, quien le respondió fue la diputada bonaerense Florencia Saintout. Le recalcó que la decisión apunta a recomponer el consumo interno en un contexto de pandemia y altos precios de los alimentos.
«Intendente, en La Plata tenemos cientos de miles de familias que necesitan poder pagar los alimentos. Hablamos de una medida temporal y de emergencia, frente a un aumento sostenido de precios. Primero la mesa de lxs argentinxs», tuiteó la referente del Frente de Todos en la ciudad.
La postura de Saintout va en línea con el motivo por el cual el gobierno tomó la medida: el alza de los precios de la carne (incluso por encima del promedio de los alimentos) impacta en el consumo doméstico. Por lo tanto, el gobierno decidió suspender por treinta días las exportaciones para contener la inflación e impulsar el consumo interno, que cayó fuerte en los últimos meses.
Los sectores exportadores se vieron favorecidos entre 2015 y 2019 por la liberalización del sector que aplicó la gestión de Cambiemos. Entre ayer y hoy, sus dirigentes criticaron la medida de Fernández, a pesar de los altos precios que dificultan el acceso a este alimento típico de la dieta argentina.
Garro había planteado cómo el cierre de exportaciones podría afectar a los frigoríficos de La Plata. «Más de 1500 familias de la ciudad dependen de esta fuente de empleo. Y otras miles de manera indirecta», tuiteó.
Sin embargo, según informó el gobierno, el objetivo es que solo puedan exportar los frigoríficos que se han dedicado históricamente a la exportación. Mientras que aquellos que siempre produjeron para el mercado interno sigan haciéndolo de esa manera.
A su vez, según investigaciones del gobierno, se busca contrarrestar una serie de maniobras especulativas por parte de compañías que exportan por fuera de los controles del Estado, impulsando subas significativas en las góndolas y carnicerías.
«Es una medida necesaria para que los precios internacionales no impacten en el consumo», aseguró ayer Paula Español, secretaria de Comercio Interior. Se refirió a cómo la suba de las materias primas exportables (soja, maíz, trigo) impactan en el alza de los alimentos. Y recordó que la inflación en el último año, según el IPC, fue de más del 40 %, y el aumento de la carne fue del 65 %.