Cuando la gobernadora María Eugenia Vidal, camino a la reelección, busca capitalizar la gestión en materia de seguridad e impulsar así a su ministro a cargo y precandidato a diputado nacional Cristián Ritondo, los números oficiales le juegan en contra y dan una preocupante alza de la inseguridad en provincia de Buenos Aires.
Desde el equipo de campaña de la gobernadora, comandado por su jefe de Gabinete Federico Salvai, optaron por poner el foco en seguridad. Así Vidal, en sus escenarios 360° rodeada de funcionarios y en sus actos oficiales, ha hecho de esta problemática su caballito de batalla para las elecciones. «Me gusta hablarles a los bonaerenses con hechos, no con discursos. Esta es la prueba de que nuestro principal objetivo es cuidarlos», dijo recientemente en la entrega de patrulleros junto a Ritondo en San Vicente.
Allí la gobernadora afirmó que previo al inicio de su gestión la línea de emergencias 911 «llegaba solamente a seis de cada diez bonaerenses. Ahora llega a todos», y que «hoy hay menos homicidios, menos secuestros y robos de autos y ganado».
Sin embargo, los delitos siguen en alza. Según datos aportados por el Ministerio Público Fiscal, las investigaciones penales preparatorias (IPP) por diversos delitos aumentaron 6,6% en 2018 respecto 2017, registrándose una suba del 63% en los casos de hurtos agravados, un 55,4% en las estafas y un 50% en los secuestros extorsivos, que pasaron de 36 en 2017 a 54 en 2018.
Con una desigualdad en alza en territorio bonaerense, el informe al que pudo acceder Contexto detalla que el delito más denunciado fue el de robo, con 86.935 casos, unos 12.778 más que en 2017. Al mismo tiempo se registraron 77.022 casos de hurtos, unos 15.292 más que el año anterior. En este escenario, el uso de arma de fuego se incrementó 3,8%, al pasar de 51.408 casos en 2017 a 53.348 en 2018.
Por otra parte, «al menos 36.662 vehículos que estaban estacionados en la vía pública en algún rincón de la provincia sufrieron algún tipo de ‘hurto agravado’, es decir, un 5% más que en 2017».
Los delitos contra las personas, según los datos oficiales, muestran una gran variación: mientras los homicidios cayeron un 5,1% y los homicidios criminis causa bajaron 5,7%, «los homicidios agravados aumentaron 5,1%; y los homicidios en ocasión de robo se dispararon 25% mientras que los homicidios culposos ascendieron 9,3%».