La gestión sanitaria del intendente platense Julio Garro volvió a recibir duros cuestionamientos. A las críticas que se han venido sucediendo de la oposición, las y los trabajadores y los gremios, se sumó la del precandidato a diputado Daniel Gollan, quien sostuvo que la Comuna «ayudó muy poco» durante este último tiempo para morigerar el impacto de la pandemia y fortalecer el acceso a la salud de los vecinos y vecinas.
«El Municipio de La Plata no acompañó en la pandemia. Julio Garro toma decisiones políticas que dejan mucho que desear», disparó Gollan. El ex ministro de Salud bonaerense lamentó que, a pesar de que la ciudad «tiene una infraestructura hospitalaria enorme, lo que ayudó muy poco fue que el municipio no acompañó».
El médico sanitarista que integra el segundo lugar en la lista de candidatos a diputados del oficialismo por la provincia de Buenos Aires para las próximas elecciones apuntó también al vínculo político con Garro a la hora de llevar soluciones a la población en materia de salud. «Fue difícil la relación con el intendente en ese sentido. En lo personal es muy cordial pero en lo político juega algunas decisiones que muchas veces deja mucho que desear», advirtió.
Gollan dio el ejemplo de la situación que atraviesan los Centros de Atención Primaria de Salud (CAPS). En una entrevista con 221 Radio, este mediodía dijo que en la capital de la provincia «hay muchísimas salas cerradas».
Por su parte, la diputada bonaerense Florencia Saintout retomó estas últimas declaraciones de Gollan. «Clarito, ¿no? Qué pena no haber tenido un Municipio que acompañe en un momento tan delicado para lxs platenses», tuiteó.
Los CAPS, denominados popularmente «salitas», tienen la función de acercar a la comunidad la atención primaria de la salud para descomprimir la concurrencia a los hospitales. Según la web de la Municipalidad, hay 46 CAPS distribuidos en los barrios, aunque en los últimos años una y otra vez sus trabajadoras y trabajadores han denunciado el achicamiento de sus funciones, pésimas condiciones de infraestructura y falta de insumos indispensables.
«En la pandemia, el Municipio dio la orden de cerrar los centros de salud y enviar a la gente a los hospitales. La posición nuestra era que con la pandemia había que estar aún más con la comunidad», dijo a Contexto Emanuel Fonseca, médico que se desempeñó, hasta abril de 2020, durante cuatro años en el CAPS Nº 15 (520 y 118), cuando fue despedido por la Comuna al igual que otros nueve trabajadores de la salud.
«Como residentes, sufrimos más de una vez la persecución política de la Secretaría de Salud, porque teníamos otra idea de la salud: trabajábamos con escuelas, comedores barriales y referentes en la comunidad para mejorar el acceso de las personas a las salitas. Y eso al Municipio le molestaba mucho», señaló Fonseca.
Las críticas a Garro por su política sanitaria respondieron también al ajuste de 90 millones de pesos en el presupuesto 2020 destinado a la salud, según la última rendición de cuentas que se hizo en junio de este año. El intendente de Juntos por el Cambio recortó además durante un año marcado por la pandemia 56 millones de pesos a los fondos para el mantenimiento de los centros de salud, 54 millones al servicio de atención médica en unidades sanitarias y 61 millones al centro municipal de atención integral de la mujer.
En aquel entonces, sindicatos y organizaciones políticas y sociales denunciaron os recortes y alertaron por la creciente precarización en los centros de salud a cargo de la Municipalidad, en un momento donde su rol era (y sigue siendo) esencial para reforzar el acceso a la atención.