Las Madres fueron las primeras en advertir que Mauricio Macri era “el enemigo del pueblo”, y eso el Gobierno de Cambiemos no lo perdona. Primero intentaron meter presa a la presidenta de la Asociación, Hebe de Bonafini, luego la procesaron judicialmente, y más tarde avanzaron contra el Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos Madres de Plaza de Mayo (IUNMa), desplazando al rector Germán Ibáñez y designando en su lugar a un interventor cercano al presidente de Boca, Daniel Angelici.
Ese mismo interventor, Javier Buján, se arroga ahora la facultad de desalojar a las Madres de su sede de Hipólito Yrigoyen 1584, en las inmediaciones del Congreso, para instalar allí el IUNMa, que aún no inició el segundo cuatrimestre. “Por las buenas o por las malas, como sea vamos a desalojarlas este fin de semana”, amenazó Buján.
“La Casa de las Madres pertenece al pueblo, es la historia viva de nuestro país y ellos la quieren desarmar como desarmaron el museo de la Casa de Gobierno, donde tiraron todo a la mierda. Quieren hacer lo mismo con la Casa de las Madres, pero antes que se la lleven ellos la prendo fuego”, dijo ayer Hebe, tras la marcha 2.054 en Plaza de Mayo, y anunció que se quedará en Capital Federal “para defender esto a capa y espada”.
La intervención del IUNMa fue anunciada a mediados de junio pasado por el entonces ministro de Educación, Esteban Bullrich, y su par de Justicia, Germán Garavano, lo que desató una fuerte protesta de toda la comunidad universitaria en defensa de la educación popular.
Tras un mes de permanencia pacífica en el quinto piso de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación –donde estaban las aulas del Instituto–, estudiantes, docentes y no docentes se movilizaron hasta el Ministerio de Justicia en reclamo de la continuidad del proyecto académico y las fuentes laborales, el pago de salarios adeudados desde hace un año y medio, designación de nuevos profesores, edificio único y funcionamiento con autonomía como cualquier Universidad nacional.
Todas esas demandas quedaron plasmadas en un acta-acuerdo que se firmó con la presencia de Garavano. También se habló sobre la posibilidad de que el dictado de clases del segundo cuatrimestre se realizara en la planta alta y el subsuelo de la Casa de las Madres, mientras el Estado nacional se encargaba de conseguir un edificio para albergar definitivamente a los más de 1.000 alumnos que tiene el IUNMa.
Sin embargo, el viernes pasado por la noche, cuando las Madres ya se habían retirado de la sede de la Asociación, apareció Buján y empezó a disponer de todo el lugar como si fuera suyo.
“El tipo enloqueció. Nunca pensó que las Madres teníamos todo eso. Al otro día se hizo una reunión y dijo que nos iba a prestar el baño o el salón de actos si lo necesitábamos. Nuestro abogado (Juan Manuel Morente) le respondió que la cosa no era así, que la Universidad iba a funcionar en el subsuelo y en el primer piso, y que lo demás es de las Madres”, relató Hebe.
Finalmente, Buján se comunicó este miércoles con Morente y lanzó la amenaza de desalojo “por las buenas o por las malas”. Fuentes de la Asociación explicaron a Contexto que se trata de “una venganza” por el último video de Hebe en el que responsabiliza a Macri por la desaparición forzada de Santiago Maldonado y por la permanente persecución a Milagro Sala.
“La dictadura vino con las botas y estos entraron con los votos”, sostuvo ayer la titular de Madres al ratificar sus acusaciones contra el Gobierno, y agregó que “de la mano de Macri no puede llegar la democracia; de la mano de Macri, que es el enemigo del pueblo, llegó el horror, la desesperación, la falta de trabajo, el hambre y los niños sin ir a la escuela”.
Mientras tanto, los distintos claustros del IUNMa se encuentran en estado de alerta y asamblea permanente.
“La amenaza de Buján es una actitud sumamente patotera y mafiosa”, dijo a este medio Martín Forciniti, secretario gremial de la Asociación Docente del Instituto Universitario Nacional de Derechos Humanos (ADIUNMa), y aseguró que “acompañamos a las Madres” en la defensa de su histórica sede.
Forciniti también exigió al Gobierno nacional que garantice el inició de las clases “cuanto antes” y que cumpla con el acta-acuerdo. “Hasta ahora no hemos visto materializada ninguna de las promesas que hicieron”, subrayó el docente.