En tiempos de Mauricio Macri, la defensa de la democracia y el Estado de derecho exige una lucha diaria, que abarque a los más amplios sectores políticos y sociales, movilizados permanentemente. No se puede resignar ni un ápice de libertad, ninguna garantía constitucional, ni un solo derecho conquistado.
En ese escenario, Eugenio Zaffaroni, Estela de Carlotto, Horacio González, Mempo Giardinelli, Susana Rinaldi y Cristina Banegas encabezarán este miércoles a las 17 una presentación en el Salón de los Pasos Perdidos del Congreso de la Nación para denunciar los distintos atropellos en los casi dos años del gobierno de Cambiemos.
“La República cruje, la democracia y el pluralismo ideológico están en peligro, los límites al poder se borran, no es momento de discutir preeminencias ni de hacer especulaciones”, remarcan en el llamado a “defender el techo democrático común”.
La convocatoria surgió tras el recrudecimiento de la persecución política de dirigentes opositores, alentada por un sistema mediático concentrado sin escrúpulos, y la pérdida –cada vez más marcada– de independencia e imparcialidad del Poder Judicial.
La renuncia de la procuradora general Alejandra Gils Carbó luego del hostigamiento y las amenazas constantes en su contra, así como las detenciones arbitrarias de Julio de Vido y Amado Boudou, fueron las gotas que rebalsaron el vaso que comenzó a llenarse cuando el gobernador jujeño Gerardo Morales metió presa a Milagro Sala y la Casa Rosada incumplió cada una de las resoluciones internacionales por su liberación inmediata.
“La gravedad de la situación pone a todo un país frente al abismo”, dijo a Contexto el sociólogo Horacio González, y explicó que la del miércoles será una “voz de alerta” que “ayude a pensar a muchos compatriotas y ciudadanos” sobre todo lo que está en riesgo.
“La forma de tomar a las personas como lugares de destrucción de una imagen, con fotografías que las muestran con chalecos, cascos y esposas, es una invención que tiene una perfidia inigualable y que acerca muchísimo a este gobierno a un régimen totalitario”, sostuvo al referirse a los arrestos de De Vido y Boudou.
Para González, cuando una persona “es juzgada previamente por el conductor del noticiero central y después actúa un juez de oficio”, no cabe duda de que “la Justicia está totalmente destrozada por dentro”.
“No podemos estar inmóviles mientras se cae el Estado de derecho a pedazos”, agregó el exjuez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni; al tiempo que la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, instó “a poner el hombro para que no se avance en esta dislocada etapa donde la Constitución se viola y las leyes se desconocen o se anulan por decretos de necesidad y urgencia”.
“No sólo se ha deteriorado la calidad de la democracia que tanto dolor y tanta sangre costó hace cuarenta años, sino que –peor aún– es la democracia misma la que peligra”, completó el escritor Mempo Giardinelli al hacer hincapié en los “diarios atropellos políticos y jurídicos en un país desquiciado, cuya Justicia ya no es tal pues ha sido copada y desvirtuada por una banda corporativa que merecería la cárcel si la Argentina fuera hoy –como les gusta decir a los contentos de la república– ‘un país normal’”.
González, por su parte, también advirtió sobre las reformas anunciadas por Macri la semana pasada, que “trastocan todos los derechos” de trabajadores y jubilados.
En este sentido, consideró que la reforma laboral de Cambiemos retrotrae a la clase obrera a la situación anterior a 1904, cuando ni siquiera existía la Ley Nacional de Trabajo impulsada por Joaquín V. González.
“La ley de los conservadores era más atinada que la de Macri, que significa la destrucción misma del contrato laboral, y más que eso: es la destrucción del sujeto público, porque se le quita la fuente de seguridad del trabajo, la fuente nutricia de lo que es una persona”, reflexionó el sociólogo.
“Por lo tanto, se hacen necesarias las voces de alerta. La del miércoles será una de las tantas. Hay que multiplicarlas en todo el país”.