Por Ramiro García Morete
“Soy yo con la cara de Eva. Y somos todas”. Emocionada y agradecida por la buena recepción de su obra, la artista Marina Olmi resumió así el espíritu de esta muestra que fue inaugurada en hall de la Cámara de Diputados de la Provincia de Buenos Aires: «El humor alarga la mirada de la inteligencia». Pasadas las 15 hs y con buena concurrencia para un día laboral, participaron del acto la presidenta del bloque de Unidad Ciudadana de dicho recinto, Florencia Saintout, y la secretaria de Arte y Cultura de la Universidad Nacional de La Plata, Mariel Ciafardo.
La artista polifacética (es también música y actriz) vivió desde joven en el exterior y explicó que gradualmente tuvo la necesidad de reconectarse con su historia personal y la historia del país. Por eso la convocatoria del Museo Evita unos años atrás fue una gran oportunidad… y un desafío: “Los cuadros de Evita que la gente expone usualmente no tienen que ver conmigo. No puedo hacer lo que no siento ni lo que soy. Me costó bastante hacer esta muestra. Estuve un año y medio dibujando, bocetando. Y peleándome con el coraje que necesitaba para volver con una Eva que en algunos cuadros aparece desnuda”. Y aclaró: “Lo que representa es más bien a todas la mujeres… Es como si fuera ella la que nos invita a un cambio. La que rompe con un pensamiento con el que tienen que romper todos”.
florencia saintout: “Es nuestra Evita. Hermosa y amorosa. Siempre es nuestra Evita. En unas imágenes que nos sacan del lugar habitual, justo en tiempos de tan profundo autoritarismo”.
Muy entusiasmada y admirada, Saintout contó que conoció la obra a través de la recomendación del periodista Víctor Hugo Morales: “No soy crítica de arte ni artista, pero para mí tiene que ver con la felicidad del pueblo, con lo que sana, con la belleza de una Evita que está feliz, amable, que juega. Una Evita que hace”. Y remarcó: “Es nuestra Evita. Hermosa y amorosa. Siempre es nuestra Evita. En unas imágenes que nos sacan del lugar habitual, justo en tiempos de tan profundo autoritarismo”.
Y en un clima coyuntural ineludible, se hizo presente lo que en parte la obra y figura misma representan: la lucha feminista. “Esa feminidad que jamás pudo ni podrá ser domesticada. Y que hoy vemos en la calle de múltiples maneras. Si algo tiene el movimiento de mujeres es alegría. Las más chicas y las más grandes se pintan, van cantando y bailando en la calle. Están vivas como esta Evita. Esa Evita viva es la que le habla a los poderosos, esa vida que trascendió a tanta muerte y persecución”. Al cierre destacó la importancia de realizar una muestra en el recinto parlamentario: “Es un lugar público, del cual tenemos que apropiarnos y transformarlo”.
Mariel Ciafardo: «Esta muestra sorprende por eso: una Evita que nunca habíamos visto. El arte tiene que ver con la creación de mundos posibles, no reales».
Ciafardo tampoco eludió el significado de esta obra en este momento histórico: “Pensaba ayer ‘¡Qué oportuna!’. Por en qué semana ocurre, con un triunfo muy poderoso para las mujeres. Y uno no puede evitar, al menos para mí que soy peronista, pensar ‘¿Si Evita viviera?’”.
Respecto de la mira artística, destacó el logro de Olmi: “Todos tenemos en nuestra cabeza muchas imágenes de Eva. Por eso el desafío para una artista es mucho mayor. En encontrar la forma nueva de hablar de aquello que otros han hablando. Esta muestra sorprende por eso: una Evita que nunca habíamos visto. El arte tiene que ver con la creación de mundos posibles, no reales”.