El escándalo no cesa alrededor del chat de Telegram entre funcionarios macristas, jueces federales y directivos del Grupo Clarín para fraguar una versión falsa de un viaje privado a Bariloche, información filtrada este fin de semana en los medios. La evidente complicidad entre política, medios y Poder Judicial quedó al desnudo en este hecho y generó una alerta general en la opinión pública, en especial ante el punto de mayor tensión de la persecución judicial contra Cristina Fernández de Kirchner.
El calibre del hecho es de tal dimensión que el propio presidente Alberto Fernández salió a hablar en cadena nacional. Allí anunció que solicitaría una investigación profunda sobre lo expuesto en la conversación de la plataforma Telegram donde se identificó la participación de los jueces Julián Ercolini, Pablo Cayssials, Pablo Yadarola y Carlos Mahiques.
También formó parte del grupo de chat el ministro de Seguridad porteño, Marcelo D’Alessandro, quien incluso es el titular de la línea desde donde se rastreó la conversación. El funcionario de Horacio Rodríguez Larreta se destacó por amenazar con meter preso al titular de la PSA, José Glinski, en caso de que Juntos por el Cambio vuelva al poder. Asimismo, figuran en el chat el jefe de los fiscales de CABA, Juan Mahiques; el ex jefe de Asuntos Legales de la SIDE, Tomás Reinke; el ex agente de la SIDE, Leonardo Bergroth; el CEO del Grupo Clarín, Jorge Rendo, y el director de Asuntos Legales e Institucionales del Grupo, Pablo Casey.
«He sido contundente. Es evidente que gran parte del sistema de medios privados ha decidido no dar cuenta de lo ocurrido», expresó el presidente mediante una cadena nacional transmitida este lunes, y consideró que los hechos «lastiman a la democracia» porque se trata de un acto de «promiscuidad antirrepublicana, con la que se mueven algunos empresarios, jueces y exfuncionarios», y de un «perverso juego de cohecho».
«Convencido de que debemos decir ‘Nunca Más’ a las prácticas que dañan la institucionalidad de la República, he resuelto instruir al ministro de Justicia a presentarse ante el Ministerio Público Fiscal a fin de solicitar se investiguen penalmente los hechos relacionados al viaje en cuestión, en especial lo relacionado a su financiamiento», agregó Alberto Fernández.
«Por primera vez queda expuesto el modo en que ciertas corporaciones operan sobre funcionarios, jueces y fiscales procurando de ellos favores que en muchos casos buscan ventajas indebidas, mientras que en otros simplemente propician la persecución de aquellos que los enfrentan», añadió.
En la mentada conversación quedó expuesto un plan fraguado por las figuras mencionadas para difundir una versión falsa para encubrir y justificar un viaje realizado por los integrantes del chat hacia Lago Escondido. El grotesco intercambio de audios entre figuras centrales de la oposición, Clarín y el «Partido Judicial» encendió la alarma en la esfera política y social por la evidente connivencia de los sectores del poder que hoy atentan contra CFK a través de la persecución judicial.
La reacción no se hizo esperar. «Alta mafia», fue la expresión que utilizó el ministro de Desarrollo Comunitario bonaerense, Andrés «Cuervo» Larroque, al publicar una foto del director ejecutivo del Grupo Clarín, Héctor Magnetto. El funcionario de Provincia anunció que la militancia kirchnerista se encuentra en estado de «movilización permanente» debido a la alta vulnerabilidad institucional predominante en plena previa al veredicto en la causa Vialidad contra la vicepresidenta.
«Este nuevo escándalo institucional muestra claramente que, con prácticas mafiosas, están hiriendo de muerte a la democracia argentina», aseveraron, por su cuenta, los legisladores del Frente de Todos a través de un comunicado.