En el país del absurdo, la justicia afín a Mauricio Macri quiere entregar los kits del programa Qunita sin la “cuna-moisés”, su principal componente ideado con el objetivo básico de reducir la mortalidad infantil por colecho, cuando los bebés duermen con los padres por falta de espacio y comodidad en la casa. El programa, lanzado en 2015 en el último tramo del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, tenía además el propósito, como parte de una política pública, de fomentar los partos en maternidades seguras y reforzar el acompañamiento desde el Estado hacia las mamás de los sectores más vulnerables y hacia sus bebés en sus primeros seis meses de vida.
Pero el macrismo, encaprichado, almacenó 27.200 kits en depósitos de Avellaneda, donde paga un alquiler de 770.000 pesos mensuales, y dejó de distribuirlos, en medio de causas judiciales por supuestos sobreprecios que en realidad pusieron en evidencia su odio de clase furibundo. El resto de los kits están en maternidades públicas de todo el país.
Desde entonces, trabajadores de la salud, docentes, pediatras, organismos nacionales e internacionales y hasta el papa Francisco reclamaron al Gobierno de la alianza Cambiemos que entregue los kits porque son necesarios para muchísimas familias.
Bajo el lema “Cuenta regresiva para pedir la entrega de las Qunitas”, “Qunita es un Derecho” y el hashtag #EntreguenLasQunitas, artistas plásticos efectuarán al mediodía una intervención artística frente al Tribunal Oral Federal Nº 1 para que los kits sean entregados con todos sus elementos, en especial las “cunas-moisés”, pues sin ellas el kit “pierde su objetivo principal”, indicaron a Contexto diversas fuentes.
Entre los organizadores del evento de este viernes se destacan la Red Argentina de Municipios por la Salud, sindicatos, artistas, pediatras y familias por Qunita, organismos de derechos humanos y diversas organizaciones sociales. “Unos veinte artistas plásticos harán obras espontáneas relacionadas con el tema de la convocatoria, Qunita y primera infancia”, precisaron.
Al mismo tiempo, ATE Capital y UTE (Unión de Trabajadores de la Educación) harán una presentación judicial pidiendo que se entreguen los kits completos. Desde el inicio del programa Qunita, impulsado por el Ministerio de Salud de la Nación dirigido entonces por Daniel Gollán, estuvo claro, aunque el macrismo y sus medios amigos no lo digan, que esas “cunas-moisés” son utilizables hasta los seis meses de vida de los bebés, básicamente por el peso de los pequeños hasta ese momento.
Los kits que se salvaron del fuego
El año pasado, los kits del programa Qunita se salvaron del fuego del juez federal Claudio Bonadio, el mismo que dio medio paso atrás ante la presión de la comunidad y de numerosas organizaciones y ordenó entonces que se entregaran, pero sin las cunas.
El 27 de junio pasado, el Tribunal Oral en lo Criminal Federal Nº 1 ratificó la orden de Bonadio de entregar los kits sin las cunas ni los sacos de dormir. De allí el objetivo de esta intervención artística pública el viernes. El mismo tribunal recordó que también están en falta las actuales autoridades del Ministerio de Salud de la Nación por no haber distribuido el kit (incompleto).
Pero el miércoles, la fiscal Gabriela Baiugún intervino en el asunto y pidió al TOC Nº 1 de Comodoro Py que se “reacondicionen las cunas y sacos de dormir” de los 27.200 kits y que sean distribuidos a través de UNICEF y de la Red Solidaria.
El pedido de la fiscal va en la línea del reclamo público que se hará este viernes. “El objetivo es reacondicionar las cunas y los sacos de dormir, pues instalaron que tienen algún defecto […] y que sean distribuidos”, dado que “un elemento central del kit como espacio para dormir es la cuna”, precisó a Contexto Sabrina Balaña, médica generalista y colaboradora de la Fundación Soberanía Sanitaria.
En su opinión, los kits deberían “ser revisados en su totalidad, pues hace más de un año que están guardados en cajas en un depósito. Pero en los depósitos de las maternidades no sabemos en qué condiciones están”, advirtió.
La Facultad de Medicina, diputados nacionales, secretarios de Salud municipales, Curas de Opción por los Pobres y la Facultad de Diseño han presentado peticiones y reclamos vía judicial para que se entreguen los kits completos.
“No hay ningún documento en manos del tribunal que diga que las cunas son inseguras”, sostuvo Balaña, quien hizo hincapié en que “lo importante es que el Ministerio de Salud entregue los kits”.
“Además, el Ministerio debería decirnos cómo va a reemplazar la estrategia sanitaria que proponía el programa Qunita para mejorar los índices de mortalidad infantil que por lo menos en Ciudad de Buenos Aires ya podemos vislumbrar que van a ser peores en 2016 y todavía no sabemos del resto del país”.
Balaña adelantó inclusive que el miércoles llegó a la Cámara de Diputados un proyecto de ley con media sanción del Senado de la Nación a una iniciativa de un legislador del oficialismo reconociendo la importancia de impulsar acciones para prevenir la muerte súbita, causada entre otros factores por la falta de un espacio propio para dormir para el bebé en sus primeros meses. “Es llamativo que mientras el Ejecutivo va en el sentido contrario, ocurra eso en el Senado”, sostuvo.
Un valioso ajuar en tiempos de necesidad
El ajuar del programa Qunita, destinado a todas las mujeres titulares de la Asignación por Embarazo, contiene una cuna de madera con sistema de encastre y sin patas para que quede apoyada en el suelo con total seguridad para el bebé, con bolsillos de tela y un colchón. Un juego de sábanas, un acolchado, un toallón, un saco de dormir (que se llamará “porta infantes”), dos conjuntos enteros de manga larga para el bebé, dos de manga corta, dos pantalones, dos pares de medias, un gorro, un abrigo polar, un par de escarpines y un neceser. El kit también contiene indumentaria para la mamá: una bata, un camisón, un par de pantuflas y un bolso materno. Un bolso cambiador con artículos de higiene para la madre y el recién nacido: termómetro digital, algodón, crema de caléndula, crema hidratante, protectores mamarios y preservativos. Un portabebé y otros elementos de uso cotidiano, como chupete, babero, mordillo, sonajero y juguetes para los primeros meses. Y también incluye un libro de cuentos y una guía para el cuidado de la mamá y el bebé.
En los primeros seis meses de funcionamiento del Qunita en 2015 se entregaron más de 74.000 kits en maternidades de todo el país. El objetivo era llegar a un universo de 150.000 a 200.000 niños, mujeres y familias por año, teniendo en cuenta que en la Argentina nacen cada año unos 730.000 bebés, la mitad de los cuales nacen en maternidades públicas.
Aunque el Gobierno actual se niegue a reconocerlo, el programa Qunita tiene sus antecedentes virtuosos en países desarrollados como Finlandia, Francia, Gran Bretaña y hasta Estados Unidos, donde entregan una “cuna-moisés” de cartón, más sencilla que la de Argentina, porque también entienden que es mucho más seguro para el bebé en sus primeros seis meses de vida.