Por Pablo Pellegrino y Pablo Roesler
Javiera Olivares es la Presidenta del Colegio de Periodistas de Chile. Es la primera mujer en alcanzar ese lugar en el país trasandino, y participó del II Congreso de Comunicación y Ciencias Sociales desde América Latina (II COMCIS) que se realiza en conjunto con el I Congreso de Comunicación Popular (ICCP), una experiencia de debate que calificó como enriquecedora para la profundización democratica que viven los países del continente.
-¿Cómo ve el contexto latinoamericano en referencia al rol del Estado y las democracias populares?
-En los últimos años, en los Estados de América Latina en los que se están dando procesos de profundización democrática, han tenido que preguntarse y reflexionar con su comunidad sobre el rol de la comunicación y la democracia. Y esta discusión ha propiciado discusiones sociales que han terminado en profundas reformas que no sólo democratizan las sociedades, sino también las comunicaciones. Por ende, creo que hay una constatación política de que, para democratizar un país, un pueblo, es necesario democratizar también las comunicaciones. Ese piso de reflexión es un piso que hace diez o veinte años no lo teníamos tan claro. Es un piso muy reciente, y eso es muy importante, porque ha permitido que los procesos de profundización democrática sigan su curso en unos casos y en otros tengan que confrontar a un aparataje mediático que se ha convertido en la vanguardia de la derecha. Me refiero a ese aparataje del mundo privado y comercial que era el tradicional de los medios de comunicación.
-¿Cómo ve el mapa de esa reflexión?
-Se han producido reflexiones importantes y avances democráticos en unos países, y, por otro lado, conflictos entre el mundo comercial de los medios de comunicación versus los medios públicos y los sectores políticos que buscan más democratización. Tenemos entonces dos escenarios que son nuevos pero importantes para la reflexión política en América Latina. Y esto obviamente empuja a los países que todavía están más atrás, que van más lento y que todavía no tienen una reflexión profunda en torno a las políticas públicas de comunicación. En síntesis, los Estados latinoamericanos en general han tenido que ponerse en la posición de pensar los medios de comunicación, las comunicaciones populares públicas y privadas en términos novedosos, y eso es un avance para la región y el mundo.
«los estados latinoamericanos en general han tenido que ponerse en la posición de pensar los medios de comunicación, las comunicaciones populares públicas y privadas en términos novedosos, y eso es un avance para la región y el mundo.»
-Qué análisis hace del contexto político de la región respecto de esta política y respecto de los medios?
-El contexto de América Latina es prometedor en muchos aspectos: en el ambito de la articulación social y política que está ocurriendo entre los pueblos, respecto de las reformas democráticas que están realizando muchos Estados, y de la interpelación que sufren aquellos Gobiernos y Estados que no son parte de esos procesos de cambio, que se ven interpelados por sus pueblos o los sectores políticos progresistas para ver cuándo se toma en cuenta la posibilidad de pensar modelos de desarrollo alternativos al neoliberalismo. Eso no quiere decir que sea un triunfo. Lo que creo es que es un muy buen tiempo porque hay una disputa, y los procesos de democratización están en disputa. Y para quienes queremos pensar una alternativa distinta al neoliberalismo, es una disputa que tenemos que dar y que tenemos que ganar. Hubo un proceso de tensión, de avance, dialéctico pero no exento de dificultades. Y aunque no es un triunfo, al menos está puesta la disputa sobre la mesa por quienes han iniciado ese camino para disputar la hegemonía de un modelo que le ha hecho mal al pueblo de América Latina.
-¿Cuál es la situación de la comunicación en Chile?
-En Chile vamos lento. Lo digo con el pesar de los sectores progresistas. Muchos derechos fundamentales en Chile han sido privatizados y entregados al mercado, como el derecho a la educación, a la salud, y creo que el derecho a la comunicación y a la información también ha sido mercantilizado. Y desgraciadamente el Estado y la ciudadanía han tenido muy poca posibilidad de participar de esas políticas públicas. Entonces, evidentemente, tenemos medios de comunicación extremadamente concentrados en los que hay sólo presencia de sectores privados, concertados ideológicamente entre sí; por lo tanto, estamos en una situación que es bastante compleja. Ahora, lo positivo de la situación y de que nos demos cuenta quince o veinte años después que otros pueblos, es que podemos mirar a esos pueblos y aprender de esas experiencias.
«En Chile tenemos medios de comunicación extremadamente concentrados, en los que hay sólo presencia de sectores privados, concertados ideológicamente entre sí; por lo tanto estamos en una situación que es bastante compleja.»
-¿Eso quiere decir que Chile comienza a andar un camino de cambio?
-Dentro de lo lento que está Chile y dentro de lo negativo que ha sido el desarrollo en materia de políticas públicas en comunicación, me atrevería a decir que hay un gérmen que tiene que ver con sectores políticos, sectores sociales y sindicales, que están articulando entre sí, que están reflexionando y haciendo este diagnóstico crítico, pero luego pensando en cómo estas posibilidades de articularse entre sí pueden generar una correlación de fuerzas favorables para iniciar un cambio en este sentido. Yo creo que estamos en ese camino de construcción. Entonces, creo que es un proceso de tensión pero prometedor, porque estamos interpelados a poder generar cambios, y, como la historia lo dice, es el pueblo el que tiene que resistir y articularse para generar esos cambios. Y en el ambito de las comunicaciones en Chile estamos en eso: articulando, generando hitos simbólicos críticos de esa prensa, que por ejemplo fue cómplice de la dictadura y hoy sigue siendo propietaria de buena parte de los medios de comunicación. Son procesos reflexivos de construcción de memoria, de apropiación cultural, que son importantes como construcción política. Más todavía en el marco de la convención constituyente que ya ha sido anunciada y que se viene. Estamos en un proceso duro, complejo, pero muy interesante.
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Un esperanzador debate entre latinoamericanos
“Es muy esperanzador venir a un debate como este, un lugar donde nos juntamos los latinoamericanos a discutir comunicación, democracia, comunicación popular, el rol del periodismo en los procesos de profundización democrática”, aseguró Javiera Olivera antes de ingresar al panel «Democracias Populares en América Latina: la comunicación como Asunto de Estado», en el II COMCIS/ICCP.
“Es esperanzador porque hay muchos pueblos como el mío donde no tenemos este convencimiento cultural de que es necesario que los centros de estudio, las Universidades, los sindicatos, el pueblo discuta estos temas. Creo que ese convencimiento en Chile está en construcción. Entonces, venir a encontrarse con otros pueblos que sí están discutiendo, que se abra una Universidad para múltiples perspectivas, que cada una entregue sus herramientas para esta discusión, creo que es una ganancia para la Universidad, para Argentina, y para todos los que nos llevamos estas discusiones para nuestros pueblos, nos llevamos estas herramienta de construcción y trabajo para utilizar en nuestras propias batallas. Creo que es muy enriquecedor y hay que seguir haciéndolo, y que se repita aquí y en otros países de la región”, concluyó.
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