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Jorge Taiana: «Macri trabaja intensamente por la desintegración regional»

Contexto adelanta parte de la entrevista realizada al excanciller argentino y actual diputado del Parlasur, Jorge Taiana, publicada de forma completa en el libro América latida – voces de una región en constante movimiento, del periodista y escritor Héctor Bernardo. Libro que lleva prólogo de Stella Calloni y que será publicado en julio por la Editorial de la Universidad Nacional de La Plata (Edulp).*

¿Cuáles son las deudas, los espacios en los que no se pudo avanzar en ese proceso de integración?
La crisis del 2008, con sus consecuencias económicas, produjo en los gobiernos de la región, en las fuerzas políticas, en los grupos económicos y en los sectores sindicales y sociales, una retracción de ese impulso integrador. En lugar de ver que ante las dificultades había que avanzar con un paso más rápido en la integración, se tomaron políticas defensivas que frenaron el ritmo de la integración y que nos dejaron a mitad del camino. Eso se ve, por ejemplo, desde el punto de vista económico en lo que llamaríamos integración productiva, es decir, formación de cadenas de valor. Eso en el Mercosur.

En el caso de la Unasur, tampoco se logró avanzar más allá de cierto punto. La finalización del mandato de Ernesto Samper y las diferencias respecto a cómo tratar la crisis institucional en Venezuela, llevaron a una parálisis que fue auspiciada por varios países, entre ellos Argentina, y que impidió la renovación y la elección de un nuevo secretario general, elección que tenía que ser por consenso.

Creo que, básicamente, la crisis nos volvió defensivos y cometimos el error de perder velocidad, de perder entusiasmo con el proceso de integración y volver a prácticas defensivas. Todo ello fue un error importante. Así como los problemas de la democracia se solucionan con más y mejor democracia, los problemas de la integración se solución con más y mejor integración.

«Hay que crear en la región un mercado que sea lo suficientemente fuerte para sostener nuestra producción«

¿Cómo evalúa el giro en la política exterior argentina desde la llegada de Mauricio Macri al gobierno?
Macri trabaja intensamente por la desintegración regional y tiene una política de demolición de todos los espacios de integración. Durante la Presidencia Pro Tempore (PPT) de Argentina en la Unasur, Macri no hizo nada, no convocó a una sola reunión. Cuando se cumplió su período de Presidencia Pro Tempore, y luego de pasársela a Bolivia, a los 10 días Macri dijo que la Unasur estaba paralizada y que por eso Argentina abandonaba ese espacio. Estaba paralizada porque el gobierno argentino no hizo nada durante un año, no convocó reuniones, no buscó soluciones para el tema de la secretaría general, no activó el Consejo de Defensa. Hizo todo para desarticular ese espacio. ¿Por qué? Porque ese es el objetivo de Estados Unidos, que no quiere que exista una fuerza organizada de integración en la región y, mucho menos, que esa fuerza tenga que ver con la defensa.

Así como demolió la Unasur, y como ahora quiere demoler el Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa, apartaron a Venezuela del Mercosur, junto con Brasil impidieron el ingreso de Bolivia y desarticularon el FOCEM, que no recibió más fondos desde el final de los gobiernos de Lula da Silva y Dilma Rousseff, en Brasil, y de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, en Argentina.

Lo mismo pasa con el Parlasur, al cual han ninguneado y ahora directamente quieren que no se convoque a elecciones de parlamentarios.

«Ningún país tiene posibilidad de realizar un desarrollo sustentable si no está implicado fuertemente en un proceso de integración regional»

Es decir, todo lo que tenga que ver con la integración va para atrás. Macri piensa que lo mejor es ser «el buen vecino en un barrio más o menos». El «barrio» es América Latina y el «buen vecino» el que obedece al pie de la letra las políticas que le indican desde Estados Unidos.

Hace pocos días, uno de los principales socios del Mercosur, Brasil, decidió unilateralmente una compra, sin aranceles, de 750 mil toneladas de trigo a Estados Unidos. La venta de trigo de Argentina a Brasil es una de las claves de la constitución del Mercosur. Esta medida inconsulta de Brasil es una puñalada a ese órgano de integración regional y, sin embargo, la reacción del gobierno argentino ha sido nula, silencio total. Eso demuestra que el gobierno de Macri no está dispuesto a defender ni siquiera la producción agropecuaria argentina frente a los intereses de Estados Unidos.

¿Es posible una nueva oleada de gobiernos populares, de izquierda o progresistas en la región?
No solo es posible, es necesaria una nueva oleada de gobiernos que defiendan los intereses nacionales, la producción y el trabajo nacional y que tengan claro que la integración no es solo una aspiración de nuestros padres fundadores o del concepto de Patria Grande. La verdad es que en este mundo globalizado la formación de bloques se da en todas las regiones. Ningún país tiene posibilidad de realizar un desarrollo sustentable si no está implicado fuertemente en un proceso de integración regional.

Las posibilidades de recuperar la producción y el trabajo argentino están totalmente ligadas a la recuperación de una política activa de integración regional. El 60% de las exportaciones industriales de Argentina son a los países de la región.

En ese aspecto, de llegar al gobierno proyectos populares, ¿qué deberían hacer para perdurar?
Hay que avanzar mucho más en la formación de cadenas productivas. Tenemos que salir de este carácter pasivo de tomador de políticas de una globalización, que nos lleva a ser solo una variable de ajuste de las grandes empresas y del proceso de financiarización. Hay que crear en la región un mercado que sea lo suficientemente fuerte para sostener nuestra producción y tenemos que invertir mucho en investigación, desarrollo y en transferencia tecnológica, para poder tener países sustentables en un mundo donde las fricciones y las tensiones económicas y productivas no hacen más que crecer.


América latida – voces de una región en constante movimiento aborda las actuales problemáticas de América Latina. Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, México y Venezuela son algunos de los capítulos en que se divide el amplio trabajo.

El vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia, Álvaro García Linera; la excandidata a vicepresidenta por Colombia Humana, Ángela Robledo; el exvicepresidente y excanciller venezolano, Elías Jaua; la exjefa de Gabinete del gobierno de Dilma Rousseff; la actual senadora y presidenta del Partido de los Trabajadores (PT), Gleisi Hoffmann; el excanciller argentino y actual diputado del Parlasur, Jorge Taiana; la exembajadora en el Reino Unido y en Venezuela, Alicia Castro; el dirigente político y ex diputado nacional Carlos Raimundi; la expresidenta de la Asamblea Nacional de Ecuador, Gabriela Rivadeneira; el senador colombiano Iván Cepeda; el juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y exministro de la Corte Suprema de Argentina, Eugenio Raúl Zaffaroni; el filósofo mexicano Fernando Buen Abad; el intelectual argentino Atilio Borón; la activista colombiana de derechos humanos y exsenadora colombiana, Piedad Córdoba; el sociólogo y escritor Marco Teruggi, son algunas de las destacadas voces que aparecen en el libro que en el mes de julio será publicado por Edulp.