Por Florencia Abelleira
«Son dos canteras. En una se tira basura y en otra se descargan los residuos cloacales de los camiones atmosféricos», cuenta María, vecina del barrio e integrante de la Asamblea «No más basural a cielo abierto en José Hernández». La mujer aclara que, hasta las 8 de la noche del lunes, los camiones desechaban en un desagüe de la Av. 25 los residuos cloacales de la ciudad.
Pero esto es sólo la punta del iceberg, porque los problemas son más graves y más antiguos. Desde 2009, la cantera ubicada en 31 y 514 se volvió un basural a cielo abierto amparado por la Municipalidad de La Plata, que, como nunca resolvió su problema con los Residuos Sólidos Urbanos (RSU), aprovecha esos predios alejados del casco fundacional, rodeados de barrios de trabajadores, para depositar la basura. Allí el olor es nauseabundo, las napas se contaminan y los vecinos se enferman. Pero, a pesar de esas consecuencias, silenciarlo es fácil: amenazan a aquellos que forman parte de las Cooperativas Ciudad Limpia para que no se involucren.
«Los que más salimos a hablar somos gente que no está en contacto con la municipalidad, porque los que tienen planes de cooperativas, que es el barrio que está en frente de la cantera, están amenazados», asegura María. Además, cuenta que en un primer momento, Rubén Gauna, secretario de la Administración de los Centro Comunales, se ofreció a hacerse cargo y propuso firmar un convenio con la Universidad de La Plata que nunca llevaron a cabo. Tampoco apareció el delegado comunal del barrio, Mariano Melenduez, por lo que la Asamblea pide su renuncia.
«A nosotros nos piden que saquemos fotos e identifiquemos a los camiones, pero yo soy madre, no me puedo estar exponiendo así. Los conductores nos muestran machetes o te tiran un palo. Nadie nos da una solución porque la misma municipalidad es la que hace esto», cuenta otra vecina del barrio que también se sumó a las asambleas luego del incendio que se produjo el pasado abril, tras el que el intendente Pablo Bruera clausuró la cantera de 31 y 514. Desde «No más basural a cielo abierto en José Hernández» sostienen que la clausura ya estaba hecha desde 2012 por el Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible, «o sea que clausuraron sobre lo clausurado”.
Pero tampoco bastó, porque desde hace unas semanas los camiones se las ingenian para pasar por un camino de tierra entre unas casillas, donde los vecinos les dan el visto bueno a cambio de unos pesos. «Después de la quema se clausuró, y ahora volvemos a ver que siguen entrando, que no hay vigilancia», dice María.
Arrojar residuos en zonas no aptas está penado por la ley. Cualquier camión que se desvíe y vacíe su carga en un lugar no habilitado está infringiendo las normas, por lo tanto debe ser sancionado. El problema radica en que el municipio es cómplice de estas irregularidades. «Ellos dijeron que iban a hacer el saneamiento de la cantera y lo único que vemos es que entran camiones de tierra de lo que se saca del Arroyo del Gato, pero las toneladas de basura siguen ahí», dice la mujer. Y, mientras tanto, aclara que no les queda otra que protestar: «El 3 de julio vamos a hacer un corte de calle en la municipalidad al mediodía, porque son hijos del rigor. Necesitan que uno moleste para que le den una respuesta, porque si uno va por el camino civilizado o tratando de hacer el reclamo justo, no responden».
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