La violencia escaló a un nuevo límite este miércoles durante la marcha de jubilados junto a hinchas de fútbol, sindicatos y agrupaciones militantes. Mientras puertas adentro se debatió la puesta en marcha de la investigación sobre la megaestafa con criptomonedas protagonizada por Javier Milei, puertas afuera del Congreso la movilización se convirtió en una auténtica cacería de abuelos, adultos, jóvenes, ciudadanos, hinchas de fútbol, militantes e incluso trabajadores de prensa. El saldo de decenas de detenidos y el caso de Pablo Grillo, fotógrafo herido de gravedad por un disparo, vuelven a mostrar la cara más perversa de Patricia Bullrich frente al Ministerio de Seguridad.
«No te lo decimos más, si nos tocan a los viejos, qué quilombo se va a armar», fue una de las consignas que unificó a hinchas de Chacarita con hinchas de Atlanta, de Racing junto a Independiente, escena impensada bajo otras circunstancias, pero posible en el apoyo a los jubilados. Desde tempranas horas de la tarde empezaron a hacerse virales videos e imágenes de la previa en estaciones de tren de diversos puntos del gran Buenos Aires en dirección a CABA, donde cientos de personas con banderas de diversos clubes de todas las categorías comenzaron a concentrarse para la manifestación.
El sindicalismo también manifestó su apoyo a través de la CGT, que hizo explícita la adhesión a la causa durante una reunión directiva el día martes. El Consejo Directivo se reunió para analizar «los temas que atañen a la situación social, laboral y económica y que afectan derechos y puestos de trabajo de las distintas actividades de forma grave», y decidió apoyar el reclamo de los jubilados.
Asociaciones civiles como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) también adhirieron a la movilización.
«Los bancarios, como todos los miércoles, acompañamos a los jubilados. Sus reclamos son justos y este Gobierno insensible y cruel solo devuelve represión. Son unas bestias inhumanas», expresó Sergio Palazzo, líder del sindicato de bancarios, durante el transcurso de la movilización.
«Este miércoles los estatales paramos y nos volvemos a movilizar junto a los jubilados. No son dos demandas distintas, la lucha tiene que ser una sola y comprende a los trabajadores activos y pasivos. Desde hace más de un año estamos siendo los principales blancos de ataque del Gobierno. Los jubilados y el sector público somos los que más hemos pagado el ajuste», anticiparon, por su parte, desde el gremio estatal ATE frente a la movilización.
Mientras el Congreso debatía sobre la creación de una comisión investigadora sobre el mentado $Libragate, en los alrededores del palacio se concentró una multitud de manifestantes hacia las 17 hs. Allí tuvo lugar también el avance de las fuerzas de seguridad, que, al igual que en ocasiones anteriores, comenzaron a reprimir con palos y gases lacrimógenos a los manifestantes, así como también con carros hidrantes. Las imágenes de la represión no tardaron en hacerse virales en las redes.
Sin dudas, una de las imágenes más fuertes de la tarde del miércoles fue la de un efectivo policial golpeando con un palo en la cabeza a una jubilada, con una fuerza tal que la hace caer de espalda sobre la vereda. La mujer, que estaba en la marcha de manera pacífica, queda tendida en el suelo durante un largo rato, mientras otros manifestantes se acercan a asistirla.
Otro de los episodios más contundentes fue la imagen del fotógrafo Pablo Grillo, al recibir un disparo de gas lacrimógeno en la cara mientras cubría la represión. El impacto le destruyó parte del cráneo y masa encefálica y fue trasladado de urgencia. Permanece en terapia intensiva.
Fotoperiodista de un lado.
— Fabian Waldman ⭐️⭐️⭐️ (@FabianWaldman) March 13, 2025
Asesino del otro.
Gracias Pablo Grillo.
Te esperamos de nuevo en la calle. pic.twitter.com/DErkk2kpJz
Por otro lado, en las redes también circularon imágenes de operaciones policiales para propiciar conflictos y represión, tales como plantar un arma en la vía pública para insinuar que hay manifestantes armados, o dejar un móvil de patrullero abandonado y con las puertas abiertas en medio de la movilización, instigando que alguien intente agredirlo. La unidad móvil resultó incendiada en el transcurso de la jornada e incluso se instaló la versión de «infiltrados» en la represión.
En tanto, el acompañamiento de las hinchadas de fútbol fue uno de los elementos más contundentes en la protesta de este miércoles. Si bien ya estaba anticipada la participación de grupos de hinchas de múltiples clubes, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, intentó desactivar su adhesión con modificaciones al derecho de admisión a los estadios de fútbol, en un gesto de clara extorsión.
"Vengan, zurdos" grita la policía mientras reprime con camiones hidrantes a jubilados y manifestantes. La ultraderecha en el poder no es solo ajuste, es persecución política. Los mismos métodos de la dictadura. Son fachos. No lo podemos permitir. Tienen que irse ya! pic.twitter.com/dB9YVRO4G6
— Cele Fierro (@Cele_Fierro) March 12, 2025