El pasado domingo 24 de febrero, con la participación de más de siete millones de ciudadanos y el voto afirmativo del 86,8% de los electores, el pueblo de Cuba aprobó una nueva Constitución. El referendo representó el punto cúlmine de un extenso proceso de debates a lo largo y ancho de todo el país.
Para entender cómo se gestó y qué representa el amplio proceso de renovación de la Revolución cubana, y también para dar cuenta del carácter ampliamente participativo de esa sociedad caribeña, Contexto dialogó con Juliana Marino, exembajadora argentina en La Habana.
Marino aseguró que “una vez más la sociedad cubana demostró su adhesión al ideario de la revolución fidelista al discutir durante largos meses en su seno y recientemente en la Asamblea la actualización de los principios constitucionales que la regirán durante las próximas décadas y remarcar la continuidad del rumbo socialista hacia el comunismo”.
Marino: «Cuba volvió a dar un ejemplo internacional de institucionalidad política y cohesión ideológica, con la presencia de más de siete millones de cubanos en un referendo histórico».
“Ya desde 2015 funcionaba una comisión especial que fue elaborando las propuestas de reformas sobre ampliación de derechos, legitimación de la inversión extranjera, la aceptación del papel del mercado, la convivencia entre las pequeñas y medianas empresas y la empresa estatal socialista junto a las cooperativas y distintas formas de la economía social, entre otras”, explicó.
La exdiplomática recordó que “estos cambios habían madurado desde que Cuba discutió también largamente la actualización de los lineamientos económicos y sociales de la isla en un proceso que también durante años reunió al pueblo alrededor de ámbitos de debates sostenidos y consecuentes”.
“Son para mí inolvidables las escenas de las esquinas de los barrios y de los trabajadores en sus núcleos debatiendo públicamente esos lineamientos, que se sellaron luego con el compromiso del pueblo, la dirigencia y el partido en la implementación de las políticas nacionales. Esta experiencia de participación real es lo que encontré al llegar a la isla en 2008 y lo que vuelvo a disfrutar, desde lejos, en esta extraordinaria experiencia de democracia verdadera que la sociedad cubana nos dio el domingo 24 de febrero, acudiendo masivamente a confirmar lo decidido en el largo proceso de discusión constitucional”, sostuvo.
Marino: «Son para mí inolvidables las escenas en las esquinas de los barrios y de los trabajadores en sus núcleos debatiendo públicamente esos lineamientos, que se sellaron luego con el compromiso del pueblo, la dirigencia y el partido en la implementación de las políticas nacionales».
Por último, Marino subrayó que “el mismo domingo, mientras Estados Unidos y algunos lamentables cómplices latinoamericanos intentaban atropellar la heroica soberanía venezolana y la resistencia de su pueblo, Cuba volvió a dar un ejemplo internacional de institucionalidad política y cohesión ideológica con la presencia de más de siete millones de cubanos en un referendo histórico que grita y convoca a Latinoamérica a responder a la agresión, al bloqueo y a la violencia, con más conciencia, más solidaridad e internacionalismo y más paz. Felicitaciones, pueblo cubano”.