En el segundo juicio del caso, la familia de Lucía Pérez obtuvo finalmente justicia. Es que este jueves el Tribunal Oral N° 2 de Mar del Plata resolvió condenar a Matías Farías y Juan Pablo Offidiani por el abuso y femicidio de la joven marplatense ocurrido hace siete años. El primero recibió prisión perpetua, mientras que el segundo, ocho años de condena. «Hoy tenemos la mitad de la lucha, falta la otra perpetua. Vamos a seguir luchando», señaló el padre de la joven.
Con una gran convocatoria feminista en la puerta del tribunal, los jueces Gustavo Fissore, Alexis Simaz y Roberto Falcone dieron por iniciada la última instancia del juicio pasadas las 14:30, con ambos acusados siguiendo de manera remota el proceso.
Previo a la lectura de la sentencia, los magistrados aclararon que se brindarán más detalles de los argumentos en una próxima audiencia, por lo que procedieron a las penas directamente. Tal como había pedido el fiscal Leandro Arévalo, Farías fue considerado «autor» del hecho, otorgándole la condena perpetua por «abuso sexual con acceso carnal agravado por la muerte, por el suministro de estupefacientes y en el contexto de violencia de género en concurso con femicidio». Mientras que Offidani fue considerado «autor secundario», por lo que solo recibió ocho años.
«Vamos a seguir luchando, vamos a apelar. La mitad de la lucha ya está, Farías tiene su perpetua», señaló Guillermo Pérez, padre de la joven, en diálogo con IP, en alusión a la pena que recibió Offidani.
De acuerdo con la instrucción de la causa, Lucía conoció a ambos condenados el 7 de octubre de 2016, cuando se acercaron a su colegio a vender marihuana. Un día después, su cuerpo llegó sin vida a una sala médica ubicada en la zona sur de Mar del Plata, y cuatro horas después le comunicaron a su familia la noticia.
En 2018 arrancó el primer juicio en manos de los jueces Facundo Gómez Urso, Pablo Viñas y Aldo Carnevale, quienes solo condenaron a los acusados por venta de estupefacientes, mientras que sobre los signos de abuso nada dijeron y se limitaron a juzgar la vida sexual de la joven. En el fallo señalaron, por ejemplo, que como tenía relaciones con mayores y «tenía carácter», no podía haber sido nunca violada, y consideraron que «todo fue perfectamente querido y consentido».
En 2021, tras fuertes reclamos, los magistrados fueron suspendidos de sus cargos acusados de «negligencia, incumplimiento de deberes inherentes del cargo y parcialidad manifiesta», mientras que la Corte Suprema bonaerense ordenó la realización de un nuevo juicio que comenzó en febrero de este año y terminó con la condena a perpetua a Farías, mientras que Offidani recibió una pena menor que será apelada por la familia.
En este juicio, las pruebas del perito de la Corte Suprema determinaron que hubo abuso en lo que se denominó una «penetración traumática próxima a la muerte» y que Lucía murió «por un mecanismo asfíctico» por sofocación «en una persona que ha consumido cocaína y que pudiera estar disminuida su conciencia», por lo tanto, señala el informe, «no se considera factible una muerte por causas no violentas».
«Estos jueces, gracias a Dios, tuvieron la certeza de leer y ver todo lo que hicieron a Lucía. Las pruebas eran obvias. Que hayan podido leer eso y que se hayan podido dar cuenta que era un femicidio, ni más ni menos. La mataron por odio, por ser mujer, por ser pobre y negra», sostuvo Marta Montero, madre de la joven.
«Los jueces pudieron darnos una perpetua para Farías. Con Ofiddani seguiremos, tenemos otro camino por recurrir», dijo en relación con el otro juzgado a quien buscarán llevar a Casación.