El pasado 5 de febrero se cumplieron dieciséis años del femicidio de Natalia Melmann, de quince años, secuestrada y violada por tres policías en la ciudad bonaerense de Miramar. Tras la condena a cadena perpetua a los acusados Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, la defensa busca una nueva instancia para desacreditar el fallo y hoy se realizará la audiencia en el tribunal de Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires. Los familiares de Melmann convocaron a repudiar este recurso al que ven como una estrategia del poder policial para dejar impunes a los condenados.
“En una maniobra muy inusual y de mucha muñeca política, como es la Acción de Revisión, quieren plantar testimonios falsos y pretenden redireccionar la causa para liberar a los acusados. Nosotros hemos vivido un calvario durante años para poder probar que los condenados son los culpables”, dijo a Contexto Nahuel Melmann, hermano de la joven asesinada en el barrio de Copacabana de Miramar.
“Está comprobado en juicio, mediante pruebas científicas, que Natalia fue abusada por, al menos, cinco personas. Hay testimonios que indican que la trasladaron en un móvil policial y después en un auto particular. Ahora buscan depositar todas las acusaciones sobre Gustavo “El gallo” Fernández, quien fue partícipe necesario del crimen, pero no el único responsable”, explicó Nahuel Melmann, y agregó: “El discurso de la defensa desde hace tiempo es que fue una ‘causa inventada’, siempre rechazada por todas las instancias judiciales. Esto está impulsado por la abogada defensora Patricia Perelló”.
Según expresó la familia Melmann, la causa se convirtió en una lucha por el pedido de justicia frente al poder de la Policía bonaerense en constante hostigamiento. Aprietes a testigos, amenazas a allegados de la víctima y hechos vandálicos son algunas de las acciones que la familia Melmann sufrió en el transcurso de la causa y apuntan de manera directa al aparato policial. “Aun con el dictamen de prisión preventiva, en su momento, los acusados caminaban impunes por Miramar y pueblos de alrededor. La impunidad más burda se da en el hecho de hacer aparecer el cuerpo, con todos los medios a favor para que nadie vuelva a ver el cuerpo de mi hermana. En el morbo, hacen aparecer el cuerpo y demuestran lo que son capaces de hacer”.
En este sentido, la familia Melmann denuncia que la defensa ahora busca eximir de la causa a los policías ya condenados, con la presentación de nuevos testimonios falsos, supuestas pruebas que incluso ya fueran refutadas, con el objetivo de aducir “la inexistencia de algunos delitos objeto de la condena”.
El 8 de febrero de 2001, Gustavo Melmann encontró a su hija, Natalia, lastimada, violada, tirada en un bosque en el que supuestamente horas antes la Policía había buscado. Había sido ahorcada con los cordones de su zapatilla. Un año después, el Tribunal Oral Criminal N° 2 de Mar del Plata condenó a cadena perpetua a tres policías: Ricardo Suárez, Oscar Echenique y Ricardo Anselmini, por privación ilegítima de la libertad agravada, abuso sexual agravado y homicidio triplemente calificado por ensañamiento, alevosía y en concurso de dos o más personas.
En 2002, la Justicia comprobó y determinó que los policías Anselmini, Suárez y Echenique fueron los culpables. Se los condenó a reclusión perpetua.
Hoy, la familia Melmann junto a organizaciones sociales y de derechos humanos pedirán, una vez más, justicia por Natalia.