Con una multitud concentrada puertas afuera de la Legislatura bonaerense, Axel Kicillof asumió su segundo mandato como gobernador de la provincia de Buenos Aires, tras ganar las elecciones por veinte puntos de diferencia. Tanto en el recinto de la Cámara de Diputados como en la Plaza San Martín de La Plata, el mandatario ratificó su compromiso para continuar con la tarea de reconstrucción del distrito y envió un fuerte mensaje político.
En presencia de intendentes, funcionarios de su equipo, diputados, dirigentes y hasta la propia Cristina Fernández de Kirchner, Kicillof ingresó al palacio parlamentario bonaerense pasadas las 18 hs para cumplir con el acto protocolar de la asunción de mando. De la misma manera lo hizo su vicegobernadora, Verónica Magario.
«Los bonaerenses no nos eligieron para seguir haciendo lo mismo ni para mantener lo hecho. Nos eligieron para seguir transformando la provincia. Ese es el contrato electoral que vamos a honrar en los próximos cuatro años», expresó Kicillof frente a un recinto que ovacionó la ratificación del mandatario por cuatro años más.
Entre los presentes, se distinguieron figuras como Gabriel Katopodis, quien ahora formará parte del gabinete bonaerense, los integrantes del equipo en los últimos años Andrés Larroque, Florencia Saintout, Jorge Ferraresi, Augusto Costa, Carlos Bianco, e intendentes como Mario Secco (Ensenada), Mariel Fernández (Moreno), Fernando Espinoza (La Matanza), Federico Otermín (Lomas de Zamora), entre otros.
Sin dudas, el discurso del gobernador tuvo un fuerte sentido de respuesta hacia la nueva fuerza política que ahora conduce Casa Rosada. Si bien Kicillof fue enfático en el respeto a la voluntad popular que consagró a Javier Milei como presidente de la nación, también anticipó que peleará por hacer valer los derechos de los y las bonaerenses frente a los planes de ajuste.
«Cuando muchos decían ‘sálvese quien pueda’, en la provincia demostramos que la patria es el otro. Los y las bonaerenses nos volvieron a elegir porque comprendieron que hace falta un Estado que defienda la producción, el trabajo, la educación y la salud para todos y todas», expresó el mandatario, que este lunes volvió a jurar ante la Asamblea Legislativa como en 2019.
«Las elecciones de este año fueron especiales para todos. Cumplimos cuarenta años de democracia sin interrupciones. Ahora bien, algunos candidatos negaron a los 30.000 desaparecidos, se negó la desigualdad de género, el cambio climático, y se atacó al radicalismo y al peronismo. Expreso mi enérgico repudio a cualquier discurso que estimule el odio entre argentinos», sostuvo.
«La dignidad no es un negocio, la libertad no es posible sin igualdad de oportunidad, la patria no se vende», dijo Kicillof.
Una vez finalizada la ceremonia en la Legislatura, Kicillof se dirigió al escenario montado en Plaza San Martín, frente a la Gobernación, donde replicó el mensaje con un tono más enérgico, que culminó parafraseando el eslogan de campaña del propio Milei pero con una impronta propia: «¡Viva la justicia social, carajo!».