El gobernador Axel Kicillof inauguró este mediodía el nuevo edificio de la escuela del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB), que permitirá ampliar la cantidad de cupos para la formación de los cadetes. A partir de una inversión de 103 millones de pesos, se construyó un edificio de dos plantas con trece aulas que tienen capacidad para treinta estudiantes cada una, lo que posibilitará en este inicio del ciclo lectivo pasar de los 320 estudiantes que cursaron en 2019 a 1.800, señaló Provincia.
«Esta es la primera ampliación de la Escuela de Cadetes después de cincuenta años, y es producto de la voluntad política de establecer como una prioridad la transformación del Sistema Penitenciario Bonaerense», sostuvo Kicillof. «Las y los oficiales tienen una responsabilidad muy grande y deben contar con la infraestructura, la formación y el equipamiento adecuado para llevarla adelante», agregó el mandatario, quien estuvo acompañado por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Julio Alak, y la directora general de Institutos de Formación y Capacitación, María Luján Arbe.
La iniciativa se enmarca en el Plan de Infraestructura Penitenciaria 2020-2023, cuyos principales objetivos son disminuir la sobrepoblación en cárceles y comisarías y mejorar la seguridad ciudadana, permitiendo que los agentes estén en el espacio público atendiendo la prevención del delito.
Con este plan de infraestructura, el Gobierno bonaerense ya inauguró 2.400 plazas y prevé la construcción de un total de 12.000 en sus cuatro años de gestión, que se agregan a las 24.000 que existen en la provincia.
También se inauguraron ampliaciones en dos alcaidías: Pettinato de La Plata, que, producto de una inversión de 279 millones de pesos, sumó 136 plazas y alcanzó un total de 400; y la Departamental de Florencio Varela, donde se invirtieron 364 millones de pesos para incorporar 192 plazas y elevar su capacidad hasta las 320, informó Provincia. En ambos casos, cuentan en cada módulo con salón de usos múltiples, guardias externa e interna, patio interno, cocina y hospital penitenciario.
«Cuando asumimos, nos dedicamos no solo a resolver los problemas de la coyuntura, sino a abordar los problemas de fondo que se habían originado por la superpoblación carcelaria», remarcó Kicillof, quien destacó también que su Gobierno comenzó «una ampliación sustancial del sistema porque el castigo para quienes delinquen tiene que ser la privación de la libertad, pero en condiciones dignas y de inclusión».
«No vinimos a esconder los problemas, sino a transitar un camino de soluciones estructurales con el objetivo de reducir la tasa de reincidencia y lograr la inserción social de quienes cumplen sus condenas», concluyó Kicillof.
