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La AFI reveló que hay más de 105.000 escuchas telefónicas realizadas durante la era Cambiemos

Se profundiza la trama de investigación alrededor de la red de espionaje ilegal desarrollada durante la era de Cambiemos. La denuncia que ya está en marcha suma nueva evidencia, tras la presentación por parte de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) de unos 105.000 audios de escuchas telefónicas realizadas durante el período de gobierno de Mauricio Macri.

La titular del organismo estatal de inteligencia, Cristina Caamaño, informó que, si bien son escuchas autorizadas en su momento por la Justicia, tiene motivos para creer que se tratan de las correspondientes al cableado que se montó en la cárcel de Ezeiza durante la detención de figuras de la política. En aquel entonces, a partir de las escuchas a internos del penal, se agitó la versión de una presunta operación para perjudicar al fiscal Carlos Stornelli.

«Encontramos un registro de 105.000 audios, que quiero ampliar la denuncia, porque esta denuncia ya existe, pero todos hablaban de 220 escuchas. No son 220, son 105.000, para que el juez lo tenga claro a esto. Estamos armando esta denuncia. Calculo que el lunes o martes la presentaremos», explicó Caamaño en declaraciones a la prensa.

«Son escuchas autorizadas por la Justicia, pero yo creo que son las del cableado del penal de Ezeiza. La causa ‘Puf’», expresó la titular de la AFI. En la actualidad, la investigación por las actividades de espionaje ilegal tomó un curso decisivo al destaparse el escándalo de la mesa judicial bonaerense, que ubicó a María Eugenia Vidal en el centro de la presunta organización de persecución política.

La operación de cableado en el penal de Ezeiza había sido ordenada por la AFI durante el período de gobierno macrista, entonces bajo la dirección de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani. Los audios obtenidos eran filtrados a los medios de comunicación, maniobra que operaba a modo de extorsión por parte del «falso abogado» Marcel D’Alessio, hecho que luego fue comprobado y destapó la megarred de espionaje a nivel público.

Mientras, desde la AFI intentan coordinar y organizar los archivos legados por la anterior gestión, a la que Caamaño dirigió fuertes críticas por la falta de transparencia en sus actividades. «La AFI no tenía nada inventariado, ni siquiera los autos. Los ‘gastos reservados’ eran casi del 100 %. Ahora pasaron a ser del 9 % y este año serán del 8 %. Nuestro presupuesto puede observarse desde la página del Ministerio de Economía», expresó.

«El expresidente era prácticamente un enfermo del espionaje ilegal y quería escuchar y seguir a todes», afirmó Caamaño, y detalló que, aunque muchos en el Gobierno de Cambiemos «estaban al tanto de varias operaciones», no sabían que «también los espiaban a ellos».